Juliana Vivero Caicedo, católica, tiene vínculos muy arraigados con la Iglesia, está lista para acudir a la misa y todos los actos religiosos que se ofrecerán con motivo de celebrarse el Miércoles de Ceniza, que se realiza al finalizar el Carnaval, que hoy termina.
Ella forma parte del grupo de mujeres que además de adorar al Todopoderoso, se dedican a practicar la solidaridad, mediante la ayuda a los más necesitados, su radio de acción es en la iglesia Santa Cruz, adscrita al Santuario de la Merced.
“Vamos a coordinar con el sacerdote, para determinar a qué hora estará en nuestro barrio”, dijo la maestra jubilada, que vive en calle José Mejía Lequerica y Pedro Vicente Maldonado, en la inmediaciones de la ribera del Esmeraldas.
Seis semanas
El padre Francisco Gaspar, un español, nacido en Madrid, forma parte de la Congregación de los Combonianos, lleva más de 40 años destinados al sacerdocio. Él salió de su patria en 1976, ha estado en México, África y lleva 14 años en el Ecuador.
“Aquí en Esmeraldas llevo cuatro años, antes estuve en Guayaquil y en El Carmen, provincia de Manabí. El Miércoles de Ceniza está destinado a recordarles a los católicos que se inicia la Cuaresma”, explica el valor religioso de la fecha.
El Miércoles de Ceniza es un día santo, cristiano, de oración y ayuno. Está precedido por el martes de carnaval y es el primer día de la Cuaresma, que son las seis semanas de penitencia antes de la Pascua.
A partir de esta fecha se celebran 40 días antes del Domingo de Ramos, día en que comienza la Semana Santa. La ceniza, cuya imposición constituye el rito característico de esta celebración litúrgica, se obtiene de la incineración de los ramos bendecidos en el Domingo de Ramos del año litúrgico anterior.
Tres misas
El simbolismo de la ceniza se relaciona con el hecho de ser el residuo frío y pulverulento de la combustión, lo que persiste luego de la extinción del fuego. La ceniza simboliza la muerte, la conciencia de la nada y de la vanidad de las cosas, la nulidad de las criaturas frente a su Creador, el arrepentimiento y la penitencia.
Inés Esterilla Nieves, lleva 35 años de catequista, mañana se apresta a asistir a la iglesia, lo hará en su barrio San Pablo, cuya iglesia forma parte de la Iglesia Mayor, La Merced, “no puede ser de otra manera, estaremos en la misa, que será en nuestro sector, para recibir la bendición de Dios”, dijo. En la iglesia La Merced se oficiarán tres misas: 06:30, 17:30 y 19:30.
Entregada a Dios
Hermila Bone, ayer salía de la Iglesia La Merced, iba acompañada por dos de sus nietos, en sus palabras se notaba la emoción que sentía al hablar de la asistencia a la misa.
“Yo tengo un compromiso con Dios, estoy dedicada a alabarlo, él me ayuda, ahora estoy experimentando una mejoría en mi salud, gracias a mis oraciones y su mano piadosa, asisto a la iglesia acompañada de mis nietos, para que ellos sepan de la importancia de servir al Señor”, manifestó la dama, quien mañana también irá a la iglesia.