Removiendo

CARLOS TRUJILLO SIERRA

Sí, ya han pasado 45 años. En Nueva York se inició la primera gran huelga de maestros en los EE.UU. He olvidado el nombre del maestro dirigente, pero algunas de sus frases están guardadas en piedra y en muchas memorias -para ese entonces nosotros ya éramos campeones en huelgas y paros. Cito dos frases inolvidables de ese maestro (su primer nombre era Terry): “Los esclavos no pueden ser maestros de hombres libres” y “Unos días de vacaciones no hacen ningún daño a los niños”. Esas noticias las leí en inglés en la revista ‘TIME’.

Qué diferencia con nuestra educación actual. Las calamidades llegaron a nuestras tierras el 15 de enero de 2007 y se quedaron. Los maestros sin pena ni gloria, salvo honrosas excepciones, se dejaron arrebatar la dignidad y rebeldía, aceptaron su homologación con el jornalero inculto y sin especialización (8 horas diarias, un mes de vacación al año).

La humillación se extendió a un estudiantado encandilado por diplomas vacíos de todo valor y llenos de conceptos esotéricos, a más del convencimiento de que los maestros eran a la vez sus esclavos. Pueden decir que soy un amargado, no importa ya que todo me resbala, pero usted mucho más joven compare el vocabulario y lo deshilvanado del discurso de un abogado o médico pasado de los 40 años con los discursos y vocabulario de nuestros profesionales de 40 años y menos. Los oídos duelen y las ideas son espeluznantes.

No es suficiente que Correa ande prófugo cambiando de domicilio, sus amigos y cripta adoradores siguen haciendo de las suyas en el campo educativo. Tenemos que suprimir y reemplazar todos los postulados esotéricos y fanáticos que, desobedeciendo al nuevo Presidente, se mantienen en los planes educativos. Mientras más nos demoremos en la reconstrucción educativa más nos demoraremos en salir de este lodazal. Los años pasan y no se recuperan.

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