Diálogo con muchas esquinas

La posición geográfica de Ecuador es un histórico indicador estratégico de primer orden. Su incidencia en el Pacífico Sur es un tema en la cumbre ecuatoriano-estadounidense que tendrá lugar en Washington. Los voceros oficiales han hablado de acuerdos posibles relativos a la lucha contra el narcotráfico, pero es indudable que sobre la mesa estará la crisis económica por la que atraviesa nuestro país.

El populismo, aún prevaleciente en el continente, y los agudos problemas migratorios que genera, así como la nueva reconfiguración multipolar del mundo tras la Guerra Fría, van de la mano del tema central de negociación. Las transiciones democráticas (el de Moreno es, sin lugar a dudas, un régimen de transición) y las reformas económicas que se requieren también estarán en el diálogo.

No se trata solo de cómo crecer, sino la calidad del crecimiento. El indiscutible influjo económico y político de Estados Unidos impide soslayar en el diálogo Trump-Moreno una problemática tan compleja. No es que en las orillas de Potomac, con un régimen populista de derechas, todo se vaya a solucionar, pero el diálogo pudiera contribuir a forjar políticas de Estado que, sin importar quiénes estén en la Casa Blanca y en Carondelet, adquieran un sentido de permanencia.

No es posible luchar contra la delincuencia interna y externa sin coordinación regional y economías sanas. Tampoco para la construcción del adecuado y eficiente orden legal e institucional. Las izquierdas bolivarianas o del “socialismo del siglo XXI” han significado no solo un retroceso político, sino económico y social. En todas estas materias el “caudillismo” dejó deformaciones y taras que aún arrastramos.


Nuestras mentiras revelan tanto sobre nosotros como nuestras verdades”. J. M. Coetzee Escritor sudafricano (1940)

La malicia está cosida con hilo blanco”. Fiódor Dostoyevski Novelista ruso (1821-1881)