Ráfaga de tiros acabaron con la vida de joven esmeraldeño

ABATIDO. Miguel Ángel Vásquez Méndez, de 25 años, fue abatido con siete balazos, hecho ocurrido al sur de la ciudad de Esmeraldas.
ABATIDO. Miguel Ángel Vásquez Méndez, de 25 años, fue abatido con siete balazos, hecho ocurrido al sur de la ciudad de Esmeraldas.
ABATIDO. Miguel Ángel Vásquez Méndez, de 25 años, fue abatido con siete balazos, hecho ocurrido al sur de la ciudad de Esmeraldas.
ABATIDO. Miguel Ángel Vásquez Méndez, de 25 años, fue abatido con siete balazos, hecho ocurrido al sur de la ciudad de Esmeraldas.
ABATIDO. Miguel Ángel Vásquez Méndez, de 25 años, fue abatido con siete balazos, hecho ocurrido al sur de la ciudad de Esmeraldas.
ABATIDO. Miguel Ángel Vásquez Méndez, de 25 años, fue abatido con siete balazos, hecho ocurrido al sur de la ciudad de Esmeraldas.
ABATIDO. Miguel Ángel Vásquez Méndez, de 25 años, fue abatido con siete balazos, hecho ocurrido al sur de la ciudad de Esmeraldas.
ABATIDO. Miguel Ángel Vásquez Méndez, de 25 años, fue abatido con siete balazos, hecho ocurrido al sur de la ciudad de Esmeraldas.

A las 19:00 del último lunes, Miguel Ángel Vásquez Méndez, de 25 años, fue abatido con siete disparos, mientras jugaba cartas con su mamá, su esposa, dos vecinos y dos de sus tres hijos, en los exteriores de su vivienda ubicada al sur de la ciudad de Esmeraldas, en el sector Inmaculada Concepción, detrás del hospital del Sur ‘Delfina Torres de Concha’.

Dos serían los responsables del execrable crimen, a quienes no les importó que el fallecido tuviera a su hija de tan solo un año entre sus brazos, iniciando la ráfaga de tiros que, de acuerdo con su conviviente, Jósselyn Cuero, de 22 años, fueron utilizadas dos armas de fuego.

Aquella noche, explica la pareja del hoy occiso, compartían una velada agradable jugando naipes, pero Vásquez Méndez habría sentido un dolor en una de sus piernas, contándoselo a su mujer y levantándose del lugar en el que se encontraba, momento en el que se percató de la llegada de dos sospechosos.

Siete disparos

“Cuando se él se levantó se le acercaron los dos tipos y él dijo ‘me vienen a dar’, porque vio que sacaron las armas de fuego”, comentó la afligida pareja del hoy occiso, quien no entiende el porqué de lo sucedido, porque asegura que Miguel Ángel no tenía enemigos.

Jósselyn Cuero, describe que el primer disparo se alojó directo en el pecho de la víctima lo que hizo que soltara a la menor y la retirara del lugar con sus últimas fuerzas, luego tres disparos más en la parte posterior del cráneo, otro en el ojo derecho, uno más en el abdomen y el último en una de sus piernas.

La madre del abatido, Sandra Méndez, se abalanzó sobre el cuerpo de su hijo intentando calmar a los asesinos, pero estos le pidieron que se retirara del lugar completando así los siete disparos.

Murió en el hospital

El joven padre de familia no murió instantáneamente en el lugar sino que fue trasladado en sábanas hasta la sala de emergencias del hospital ‘Delfina Torres de Concha’, en donde minutos después falleció.

Miguel Vásquez laboraba como albañil en una construcción y su sueño era ser guardia de seguridad, para lo que había completado el riguroso curso, esperando tan solo rendir la última prueba.

A las 19:00 del último lunes, Miguel Ángel Vásquez Méndez, de 25 años, fue abatido con siete disparos, mientras jugaba cartas con su mamá, su esposa, dos vecinos y dos de sus tres hijos, en los exteriores de su vivienda ubicada al sur de la ciudad de Esmeraldas, en el sector Inmaculada Concepción, detrás del hospital del Sur ‘Delfina Torres de Concha’.

Dos serían los responsables del execrable crimen, a quienes no les importó que el fallecido tuviera a su hija de tan solo un año entre sus brazos, iniciando la ráfaga de tiros que, de acuerdo con su conviviente, Jósselyn Cuero, de 22 años, fueron utilizadas dos armas de fuego.

Aquella noche, explica la pareja del hoy occiso, compartían una velada agradable jugando naipes, pero Vásquez Méndez habría sentido un dolor en una de sus piernas, contándoselo a su mujer y levantándose del lugar en el que se encontraba, momento en el que se percató de la llegada de dos sospechosos.

Siete disparos

“Cuando se él se levantó se le acercaron los dos tipos y él dijo ‘me vienen a dar’, porque vio que sacaron las armas de fuego”, comentó la afligida pareja del hoy occiso, quien no entiende el porqué de lo sucedido, porque asegura que Miguel Ángel no tenía enemigos.

Jósselyn Cuero, describe que el primer disparo se alojó directo en el pecho de la víctima lo que hizo que soltara a la menor y la retirara del lugar con sus últimas fuerzas, luego tres disparos más en la parte posterior del cráneo, otro en el ojo derecho, uno más en el abdomen y el último en una de sus piernas.

La madre del abatido, Sandra Méndez, se abalanzó sobre el cuerpo de su hijo intentando calmar a los asesinos, pero estos le pidieron que se retirara del lugar completando así los siete disparos.

Murió en el hospital

El joven padre de familia no murió instantáneamente en el lugar sino que fue trasladado en sábanas hasta la sala de emergencias del hospital ‘Delfina Torres de Concha’, en donde minutos después falleció.

Miguel Vásquez laboraba como albañil en una construcción y su sueño era ser guardia de seguridad, para lo que había completado el riguroso curso, esperando tan solo rendir la última prueba.

A las 19:00 del último lunes, Miguel Ángel Vásquez Méndez, de 25 años, fue abatido con siete disparos, mientras jugaba cartas con su mamá, su esposa, dos vecinos y dos de sus tres hijos, en los exteriores de su vivienda ubicada al sur de la ciudad de Esmeraldas, en el sector Inmaculada Concepción, detrás del hospital del Sur ‘Delfina Torres de Concha’.

Dos serían los responsables del execrable crimen, a quienes no les importó que el fallecido tuviera a su hija de tan solo un año entre sus brazos, iniciando la ráfaga de tiros que, de acuerdo con su conviviente, Jósselyn Cuero, de 22 años, fueron utilizadas dos armas de fuego.

Aquella noche, explica la pareja del hoy occiso, compartían una velada agradable jugando naipes, pero Vásquez Méndez habría sentido un dolor en una de sus piernas, contándoselo a su mujer y levantándose del lugar en el que se encontraba, momento en el que se percató de la llegada de dos sospechosos.

Siete disparos

“Cuando se él se levantó se le acercaron los dos tipos y él dijo ‘me vienen a dar’, porque vio que sacaron las armas de fuego”, comentó la afligida pareja del hoy occiso, quien no entiende el porqué de lo sucedido, porque asegura que Miguel Ángel no tenía enemigos.

Jósselyn Cuero, describe que el primer disparo se alojó directo en el pecho de la víctima lo que hizo que soltara a la menor y la retirara del lugar con sus últimas fuerzas, luego tres disparos más en la parte posterior del cráneo, otro en el ojo derecho, uno más en el abdomen y el último en una de sus piernas.

La madre del abatido, Sandra Méndez, se abalanzó sobre el cuerpo de su hijo intentando calmar a los asesinos, pero estos le pidieron que se retirara del lugar completando así los siete disparos.

Murió en el hospital

El joven padre de familia no murió instantáneamente en el lugar sino que fue trasladado en sábanas hasta la sala de emergencias del hospital ‘Delfina Torres de Concha’, en donde minutos después falleció.

Miguel Vásquez laboraba como albañil en una construcción y su sueño era ser guardia de seguridad, para lo que había completado el riguroso curso, esperando tan solo rendir la última prueba.

A las 19:00 del último lunes, Miguel Ángel Vásquez Méndez, de 25 años, fue abatido con siete disparos, mientras jugaba cartas con su mamá, su esposa, dos vecinos y dos de sus tres hijos, en los exteriores de su vivienda ubicada al sur de la ciudad de Esmeraldas, en el sector Inmaculada Concepción, detrás del hospital del Sur ‘Delfina Torres de Concha’.

Dos serían los responsables del execrable crimen, a quienes no les importó que el fallecido tuviera a su hija de tan solo un año entre sus brazos, iniciando la ráfaga de tiros que, de acuerdo con su conviviente, Jósselyn Cuero, de 22 años, fueron utilizadas dos armas de fuego.

Aquella noche, explica la pareja del hoy occiso, compartían una velada agradable jugando naipes, pero Vásquez Méndez habría sentido un dolor en una de sus piernas, contándoselo a su mujer y levantándose del lugar en el que se encontraba, momento en el que se percató de la llegada de dos sospechosos.

Siete disparos

“Cuando se él se levantó se le acercaron los dos tipos y él dijo ‘me vienen a dar’, porque vio que sacaron las armas de fuego”, comentó la afligida pareja del hoy occiso, quien no entiende el porqué de lo sucedido, porque asegura que Miguel Ángel no tenía enemigos.

Jósselyn Cuero, describe que el primer disparo se alojó directo en el pecho de la víctima lo que hizo que soltara a la menor y la retirara del lugar con sus últimas fuerzas, luego tres disparos más en la parte posterior del cráneo, otro en el ojo derecho, uno más en el abdomen y el último en una de sus piernas.

La madre del abatido, Sandra Méndez, se abalanzó sobre el cuerpo de su hijo intentando calmar a los asesinos, pero estos le pidieron que se retirara del lugar completando así los siete disparos.

Murió en el hospital

El joven padre de familia no murió instantáneamente en el lugar sino que fue trasladado en sábanas hasta la sala de emergencias del hospital ‘Delfina Torres de Concha’, en donde minutos después falleció.

Miguel Vásquez laboraba como albañil en una construcción y su sueño era ser guardia de seguridad, para lo que había completado el riguroso curso, esperando tan solo rendir la última prueba.