La justicia brasileña libera a Lula da Silva

ALEGRÍA. Ya en la calle,  Lula -junto a su compañera- prometió seguir luchando por el pueblo brasileño. (AFP)
ALEGRÍA. Ya en la calle, Lula -junto a su compañera- prometió seguir luchando por el pueblo brasileño. (AFP)
ALEGRÍA. Ya en la calle,  Lula -junto a su compañera- prometió seguir luchando por el pueblo brasileño. (AFP)
ALEGRÍA. Ya en la calle, Lula -junto a su compañera- prometió seguir luchando por el pueblo brasileño. (AFP)
ALEGRÍA. Ya en la calle,  Lula -junto a su compañera- prometió seguir luchando por el pueblo brasileño. (AFP)
ALEGRÍA. Ya en la calle, Lula -junto a su compañera- prometió seguir luchando por el pueblo brasileño. (AFP)
ALEGRÍA. Ya en la calle,  Lula -junto a su compañera- prometió seguir luchando por el pueblo brasileño. (AFP)
ALEGRÍA. Ya en la calle, Lula -junto a su compañera- prometió seguir luchando por el pueblo brasileño. (AFP)

El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva salió libre este viernes de la cárcel de Curitiba (sur) donde purgaba una pena de más de ocho años de reclusión, tras beneficiarse de una decisión de la Corte Suprema.

El líder histórico de la izquierda salió sonriente de la sede de la Policía Federal, donde cumplía su pena desde abril de 2018, y fue rodeado por una multitud enardecida de partidarios que lo aclamaba.

Su compañera sentimental, Rosángela da Silva, con quien anunció que se casaría una vez libre, lo abrazó apenas salió del recinto.

Sin fundamentos
Un juez de ejecución de penas determinó poco antes que ya “no existen fundamentos para la ejecución de la sentencia”, después que la Corte Suprema decidiera el jueves que nadie puede ser encarcelado mientras tenga recursos legales disponibles.

La decisión de la Corte Suprema debe llevar a los tribunales a examinar la situación de unas 5.000 personas. No todas serán sin embargo liberadas, porque los casos de mayor peligrosidad tendrían dictada prisión preventiva.

Luz de esperanza
Un abogado de Lula, Cristiano Zanin, dijo que el expresidente (2003-2010) “está muy sereno”. “La decisión de la corte suprema le dio una luz de esperanza de que pueda haber justicia. Nuestra batalla jurídica, nuestro foco, es obtener la nulidad del proceso”, agregó. Lula fue condenado como beneficiario de un apartamento en el litoral de Sao Paulo, ofrecido por una constructora a cambio de contratos en Petrobras.

Pero el exsindicalista niega los cargos y se considera víctima de una manipulación judicial para impedirle presentarse a los comicios presidenciales de 2018, en los que resultó elegido el ultraderechista Jair Bolsonaro.

El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva salió libre este viernes de la cárcel de Curitiba (sur) donde purgaba una pena de más de ocho años de reclusión, tras beneficiarse de una decisión de la Corte Suprema.

El líder histórico de la izquierda salió sonriente de la sede de la Policía Federal, donde cumplía su pena desde abril de 2018, y fue rodeado por una multitud enardecida de partidarios que lo aclamaba.

Su compañera sentimental, Rosángela da Silva, con quien anunció que se casaría una vez libre, lo abrazó apenas salió del recinto.

Sin fundamentos
Un juez de ejecución de penas determinó poco antes que ya “no existen fundamentos para la ejecución de la sentencia”, después que la Corte Suprema decidiera el jueves que nadie puede ser encarcelado mientras tenga recursos legales disponibles.

La decisión de la Corte Suprema debe llevar a los tribunales a examinar la situación de unas 5.000 personas. No todas serán sin embargo liberadas, porque los casos de mayor peligrosidad tendrían dictada prisión preventiva.

Luz de esperanza
Un abogado de Lula, Cristiano Zanin, dijo que el expresidente (2003-2010) “está muy sereno”. “La decisión de la corte suprema le dio una luz de esperanza de que pueda haber justicia. Nuestra batalla jurídica, nuestro foco, es obtener la nulidad del proceso”, agregó. Lula fue condenado como beneficiario de un apartamento en el litoral de Sao Paulo, ofrecido por una constructora a cambio de contratos en Petrobras.

Pero el exsindicalista niega los cargos y se considera víctima de una manipulación judicial para impedirle presentarse a los comicios presidenciales de 2018, en los que resultó elegido el ultraderechista Jair Bolsonaro.

El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva salió libre este viernes de la cárcel de Curitiba (sur) donde purgaba una pena de más de ocho años de reclusión, tras beneficiarse de una decisión de la Corte Suprema.

El líder histórico de la izquierda salió sonriente de la sede de la Policía Federal, donde cumplía su pena desde abril de 2018, y fue rodeado por una multitud enardecida de partidarios que lo aclamaba.

Su compañera sentimental, Rosángela da Silva, con quien anunció que se casaría una vez libre, lo abrazó apenas salió del recinto.

Sin fundamentos
Un juez de ejecución de penas determinó poco antes que ya “no existen fundamentos para la ejecución de la sentencia”, después que la Corte Suprema decidiera el jueves que nadie puede ser encarcelado mientras tenga recursos legales disponibles.

La decisión de la Corte Suprema debe llevar a los tribunales a examinar la situación de unas 5.000 personas. No todas serán sin embargo liberadas, porque los casos de mayor peligrosidad tendrían dictada prisión preventiva.

Luz de esperanza
Un abogado de Lula, Cristiano Zanin, dijo que el expresidente (2003-2010) “está muy sereno”. “La decisión de la corte suprema le dio una luz de esperanza de que pueda haber justicia. Nuestra batalla jurídica, nuestro foco, es obtener la nulidad del proceso”, agregó. Lula fue condenado como beneficiario de un apartamento en el litoral de Sao Paulo, ofrecido por una constructora a cambio de contratos en Petrobras.

Pero el exsindicalista niega los cargos y se considera víctima de una manipulación judicial para impedirle presentarse a los comicios presidenciales de 2018, en los que resultó elegido el ultraderechista Jair Bolsonaro.

El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva salió libre este viernes de la cárcel de Curitiba (sur) donde purgaba una pena de más de ocho años de reclusión, tras beneficiarse de una decisión de la Corte Suprema.

El líder histórico de la izquierda salió sonriente de la sede de la Policía Federal, donde cumplía su pena desde abril de 2018, y fue rodeado por una multitud enardecida de partidarios que lo aclamaba.

Su compañera sentimental, Rosángela da Silva, con quien anunció que se casaría una vez libre, lo abrazó apenas salió del recinto.

Sin fundamentos
Un juez de ejecución de penas determinó poco antes que ya “no existen fundamentos para la ejecución de la sentencia”, después que la Corte Suprema decidiera el jueves que nadie puede ser encarcelado mientras tenga recursos legales disponibles.

La decisión de la Corte Suprema debe llevar a los tribunales a examinar la situación de unas 5.000 personas. No todas serán sin embargo liberadas, porque los casos de mayor peligrosidad tendrían dictada prisión preventiva.

Luz de esperanza
Un abogado de Lula, Cristiano Zanin, dijo que el expresidente (2003-2010) “está muy sereno”. “La decisión de la corte suprema le dio una luz de esperanza de que pueda haber justicia. Nuestra batalla jurídica, nuestro foco, es obtener la nulidad del proceso”, agregó. Lula fue condenado como beneficiario de un apartamento en el litoral de Sao Paulo, ofrecido por una constructora a cambio de contratos en Petrobras.

Pero el exsindicalista niega los cargos y se considera víctima de una manipulación judicial para impedirle presentarse a los comicios presidenciales de 2018, en los que resultó elegido el ultraderechista Jair Bolsonaro.