Vandalismo

César Sandoya Valdiviezo

El 25 de mayo de 2016 queda grabada como otra página negra en la historia de la ciudad de Loja. Estudiantes de la Universidad Nacional de Loja (UNL), institución actualmente intervenida por el Consejo de Educación Superior, (CES, atacaron los edificios del Teatro Universitario Bolívar y Casona Universitaria con palos, piedras y puntapiés hasta destruir las puertas y ventanas.

Durante la movilización, docentes y funcionarios universitarios, así como alumnos encapuchados -y otros no- provocaron afectaciones a las instalaciones que son patrimonio cultural de la ciudad.

Mientras esto ocurría en los exteriores de los inmuebles, policías municipales que se encontraban en el interior lanzaban gas lacrimógeno para dispersar a los iracundos manifestantes que tenían intenciones de tomar posesión del predio. Refuerzos que llegaron de la Policía Nacional impidieron que los desmanes pasen a mayores.

Resulta paradójico creer que lo que motivó la marcha universitaria es la defensa del Teatro Universitario y Casona Universitaria, edificios patrimoniales de la UNL que fueron víctimas del vandalismo protagonizado por los mismos que dicen defenderlos.

Estas escenas de violencia que desdicen de la cultura lojana ya habían sido superadas a raíz de la estricta aplicación del ordenamiento jurídico por parte del actual rector de la Universidad Nacional de Loja, Dr. Gustavo Villacís Rivas, durante su primer periodo, desterrando a grupos políticos que por décadas usufructuaron de los bienes universitarios.

La comunidad universitaria ya se había acostumbrado a vivir en un ambiente de paz, donde en lugar de salir a las calles a generar destrozos a la propiedad privada y atacar a los bienes patrimoniales, prefería las aulas para seguir fortaleciendo su formación técnica y científica y así generar conocimiento que contribuya al desarrollo de la región Sur y del país.

En esta mal denominada marcha universitaria, como hacían constar en los correos enviados a los docentes para que participen de la misma, se filtraron inclinaciones mezquinas con el fin de someter nuevamente a la institución a intereses politiqueros, dejando a un lado la academia y la cultura que caracterizan a la comunidad universitaria lojana. (O)