Predecir el futuro

Jaime Duran Barba

Tome en cuenta que la opinión pública es efímera y cambia permanentemente. Los electores están sujetos a un sinnúmero de estímulos que les hacen cambiar de actitudes durante el proceso electoral. La encuesta es una foto válida para el momento que se aplica, por lo tanto, es importante que los datos se levanten en el menor tiempo posible.

La existencia de internet aceleró los intercambios de opiniones y desde el año 2007 creció esta interacción de manera exponencial. Hace décadas la mayoría de los ciudadanos votaba casi siempre por un mismo partido a lo largo de su vida.

Todos estamos comunicados con el mundo de manera permanente con nuestros teléfonos celulares y cambiamos de opinión con frecuencia. Los electores se han vuelto muy independientes y en reiteradas investigaciones realizadas a lo largo de décadas, hemos encontrado que un porcentaje importante no decide cómo votar hasta la víspera de las elecciones.

Todo eso hace que sea cada vez más difícil predecir lo que ocurrirá el día de los comicios con exactitud. Las encuestas no sirven para predecir el futuro. Todavía entre los políticos y en la población en general, existe la idea de que la encuesta es una herramienta mágica de adivinanza. Pero eso es errado: no es una bolita de cristal, mide lo que ocurre en un momento determinado en la opinión pública.

Una encuesta es una foto que nos da la información de lo que está ocurriendo en este momento, pero eso no es suficiente. Necesitamos saber cómo se están moviendo las cifras. Y para eso son indispensables las encuestas periódicas que nos permiten conocer de forma objetiva el movimiento de las principales variables que necesitamos estudiar.

Las escalas, los índices y los factores llevan a veces a conclusiones abstractas, que nos desvían de la realidad. Esas herramientas, por sofisticadas que sean no pueden sustituir a la experiencia de quienes han trabajado en esta materia durante años. Finalmente las computadoras pueden acumular mucha información y procesarla con velocidad y eficiencia.

Las máquinas tienen limitaciones, aunque puedan realizar estas acciones con más destreza que los seres humanos, no son capaces de hacer las preguntas que son necesarias en cada caso. Tampoco de interpretar los resultados integrando la información de otras investigaciones. Nunca podrán tampoco acumular datos que provienen de la experiencia, que están más allá de lo cuantificable.

(Fuente www.perfil.com)