No son políticas de Estado…

JOFFRE DAZA QUIÑÓNEZ

Ni el deporte, ni la medicina, ni la alimentación, ni la vivienda, ni la educación son políticas de Estado en el Ecuador; si brillamos eventualmente en algún deporte, es por la perseverancia y práctica voluntaria que hacemos los ecuatorianos, casos concretos, el del héroe Richard Carapaz, en ciclismo, quien empezó su práctica deportiva en una bicicleta sin ruedas, y el marchista Jefferson Pérez.

Asimismo, los esmeraldeños, desde las hermanas Quiñónez, pasando por Edgar Quiñónez Sevilla, José Villafuerte, José y Juan Tenorio, Eduardo Hurtado, Nubia Villacís, Bertha Caravalí, Pilar Tenorio, Melba, Piedad Ortiz, los Valencia, etc., etc., todos se han formado con sus propios recursos, y generalmente sin tener la ayuda del gobierno.

Es penoso ver cómo se roban el dinero asignado para el deporte o utilizan mal esos recursos, en el caso del exministro come cheque, Raúl Carrión, quien ha sido procesado penalmente por haberse robado el dinero para las obras deportivas, actualmente condenado a cumplir pena de prisión.

Hicieron un campo de alto rendimiento y lo construyeron en Rioverde, con el afán de esconder los robos y sobreprecios, está subutilizado y por último ahora el Gobierno quiere entregarlo a una empresa privada para que lo administre, lo que significa que los esmeraldeños tenemos que pagar para ingresar a realizar las prácticas en las diferentes disciplinas deportiva.

Avergüenza saber que al deportista carchense Carapaz, para llegar a competir en el Giro de Italia, haya recibido auspicio de empresas colombianas, porque no recibió ningún aporte del Gobierno; sin embargo, cuando todos cantamos de alegría y gozamos de los triunfos, enseguida aparecen para la foto los del Gobierno, qué pena que los burócratas no sirvan para nada.

Es urgente que se aplique como política de Estado la práctica deportiva, para eso es necesario que se asignen los recursos correspondientes y poder contratar con infraestructura deportiva, profesores de las diferentes disciplinas, alimentación y atención al deportista para tener no solamente los triunfos esporádicos, sino también crear una sociedad libre de drogas y libre de delincuentes.

Demandamos igualmente una restructuración de la Federación Deportiva de Esmeraldas, donde sus dirigentes están seriamente cuestionados, las ambiciones personales no permiten una adecuada administración de los recursos y atención prioritaria al deportista.

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