Rechazos

Rodrigo Santillán Peralbo

El expresidente Correa dejó a Ecuador sin las doscientas millas de mar territorial. Las consecuencias son terribles para el desarrollo de la industria pesquera y aliento para la piratería de buques-fábricas internacionales. Ahora se pretende convertir a la Isla San Cristóbal de Galápagos, patrimonio natural de la humanidad, en un portaaviones para uso de Estados Unidos. Entreguismo que hiere la soberanía, independencia y dignidad. Esos actos merecen enérgico rechazo de un pueblo sometido y subordinado a los intereses imperiales.

La Corte Constitucional dictaminó con lógica y argumentos del derecho constitucional, el matrimonio igualitario. Los Lgbti son personas con derechos y quienes se oponen a ese dictamen, así sean cavernarios o retrógrados, ejercen su derecho a la protesta, pero deben aprender a respetar a los demás, cualquiera sea su condición o circunstancia. ¿Por qué esos grupos civiles y religiosos, no han organizado marchas contra los curas pedófilos y pastores acosadores, violadores y homicidas?

Un cura ha sido elegido Presidente del Cpccs. ¿Acaso no existe una prohibición legal para que miembros de cultos religiosos y militares activos intervengan en política y ocupen cargos públicos? Muy mal ha quedado la Iglesia católica con el cura José Carlos Tuárez, quien se creyó una divinidad prepotente e intocable que no puede hablar con el común de los mortales.

La corrupción, con el caso “Arroz Verde”, demuestra la podredumbre moral en la que se movía la “década ganada”. Los escándalos se suceden unos a otros como si fuesen programados para distraer al pueblo de la ola privatizadora del patrimonio nacional y de las reaccionarias reformas laborales que garantizarán la explotación de la fuerza laboral, para mayor riqueza del poderoso sector empresarial.

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