Cuentos en braille acercan a los niños no videntes a la lectura

Veinticinco estudiantes con discapacidad visual de la unidad educativa especializada ‘Guiomar Vera Ramírez’, recibieron por parte de la Dirección Técnica Zonal 1 del Instituto de Fomento de las Artes, Innovación y Creatividad (Ifaic), la colección de ‘Cuentos de esperanzas en braille’, con más de 100 ejemplares.

La rectora de la institución, Ana Patricia Rubiano, explicó que aquella entrega se llevó a cabo en las instalaciones de la Flopec EP, y que con cada libro, los alumnos se acercan a la lectura, además de impulsar su creatividad e imaginación.

El libro, además de haber transcrito las obras al lenguaje braille, también se establece el macrotipo, un tipo de letra más grande para personas que presentan baja visión.

Plan Nacional

Cada uno de los textos se desprenden del Plan Nacional del Libro y la Lectura ‘José de la Cuadra’, que lleva adelante el Ministerio de Cultura y Patrimonio.

Los 25 chicos recibieron cada uno, cuatro cuentos, entre ellos, ‘La mariposa azul’, de Soledad Córdova; ‘La camisa bordada’, de Elsa María Crespo y otros dos, también de escritores ecuatorianos.

Tres docentes, dos de ellos con discapacidad visual, de la unidad educativa especializada ‘Guiomar Vera’, serán quienes guíen a los pequeños a través de cada uno de los cuentos, en el que ya tienen cierta experiencia con el sistema de lectura y escritura táctil, braille.

La importancia de estos libros, explica el catedrático no vidente Carlos Gréssely, recae en el desarrollo cognitivo del niño o adolescente, impulsando sus habilidades y mejorándolas en otros casos.

Discapacidad visual

“Para nosotros este tipo de contenidos es algo inalcanzable”, admite Gréssely, felicitando la iniciativa de las instituciones por el aprendizaje de todos los niños.

Diez de los 25 chicos poseen únicamente discapacidad visual, por lo que precisa la rectora del centro educativo, que ellos el próximo año lectivo, podrán pertenecer a las entidades educativas ordinarias.

El sistema braille o lenguaje para ciegos, fue diseñado por Luis Braille, y ayuda a las personas con discapacidad visual o ceguera para poder escribir y leer textos, libros y documentos.

“El braille no tanto es el hecho de conocer un color, sino más bien leer lo que está escrito, e informarnos de lo que está aconteciendo”, apunta el docente que siempre aconseja a sus alumnos, que deben superarlo en todos los niveles.