Obra ‘verde’ propone a estudiantes mejores actos

90 días permitieron crear un proyecto que recoge las aguas lluvias para ser reutilizadas.

Una estructura totalmente de acero con cubierta autosoportante y sin cerchas internas, es parte de la descripción que emplea el ingeniero Vinicio Ayala, en la construcción del techado en la unidad educativa ‘Don Bosco’, que por años impedía desarrollar actividades pedagógicas, deportivas y recreativas dentro del área.

Para la obra que comprende también la cimentación de dos canchas, se utilizaron pavimentos especiales, es decir un hormigón con fibra, que impide se microfisure, perdurando en el tiempo.

“Pero aparte hay una obra de drenaje, en donde todas las aguas lluvias son conducidas en canales subterráneos a un solo conector, que la almacena, la depura, y le permite al colegio utilizar las aguas lluvias en los baños del edificio”, explica Ayala.

Proteger recursos

La rectora de la institución, María Isabel Fajardo, dijo que el proyecto fue idealizado para estar de acuerdo con las generaciones que protegen los recursos ambientales, además de que presenta un diseño atractivo y una construcción sólida, con un moderno sistema de sonido, iluminación led e iluminación natural.

“Las hermosas canchas pintadas con atractivos colores, nos permitirán un uso multifuncional como la formación de nuestros jóvenes, y actividades deportivas, como básquet, vóley y fútbol, y también actividades extracurriculares”, precisó la superiora del plantel.

La inauguración de la obra, fue presidida por el monseñor Eugenio Arellano, presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana y obispo de Esmeraldas, quien realizó una eucaristía entre los presentes, e invitó a los estudiantes a cumplir nuevas metas dentro del período educativo.

Estudio y trabajo

“El año pasado en la prueba Ser Bachiller, sacaron una media de 8, este año quiero un ocho o nueve, me han oído, 8,5 y 9, para los vagos que cojan la carpeta y se vayan, aquí se viene a estudiar y a trabajar”, propuso Arellano a los estudiantes, a quienes también les sugirió rechazar la corrupción, que ha frenado la educación no solo en Esmeraldas sino a nivel nacional.

“Esta es una obra que ansiábamos hace muchos años atrás, los chicos ahora podrán practicar libremente y sin exposiciones al sol que tanto daño hace en la piel”, comentó María Jara, madre de familia.

Aproximadamente dentro de los trabajos se invirtieron 300 mil dólares, autorizados por el Monseñor Eugenio Arellano, en los que también intervinieron un sistema de gradas de emergencia en los otros bloques del edificio, lo que permitirá una acción más rápida y oportuna ante cualquier desastre.