Al colombiano Juan Cipriano Cuero Bastidas, lo torturaron, amarraron las manos y pies, lo mataron a puñaladas y al final lo dejaron abandonado.
El cuerpo en estado de descomposición fue encontrado a eso de las 17:30, del viernes último, en medio de la maleza a un costado de la carretera Esmeraldas-Quinindé, en el kilómetro 26, en el recinto Cotopaxi, de la parroquia Chinca.
Colonos del poblado luego de hallar al muerto, dieron aviso al ECU911, de donde se dispuso a la Policía Nacional acudir al sitio para realizar las pericias correspondientes.
Desaparecido
El día de hallazgo se desconocía la identidad del fallecido, pues, ingresó al Centro Forense de la ciudad de Esmeraldas, como persona no identificada. Vestía bermuda color beige y zapatos deportivos color blanco con negro.
El sábado sus familiares lo identificaron en la morgue. Luego de las diligencias correspondientes, retiraron y lo llevaron a una vivienda en el barrio San Martín de Porres alto, en la ciudad de Esmeraldas donde fue velado hasta la tarde de ayer que se realizó el sepelio en el cementerio ‘Solange’.
Se conoció que Juan Cipriano Cuero Bastidas, desde el lunes 13 de mayo de este año, estaba desaparecido. Lo último que se supo de él es que salió de casa, hasta el viernes último que fue encontrado muerto y en descomposición.
Lo llamaron a Viche
Supuestamente, al ahora fallecido, el lunes anterior lo llamaron por teléfono mientras estaba en su vivienda, lo citaron a que vaya a la parroquia Viche, del cantón Quinindé, donde lo habrían secuestrado, luego lo mataron y lanzaron el cadáver en el recinto Cotopaxi.
Según el reporte de la Policía Nacional el cadáver fue encontrado en posición de cúbito dorsal. El Fiscal de turno dispuso el traslado al Centro Forense para las pericias e iniciar las investigaciones que permitan conocer quiénes y porqué mataron al colombiano.
Juan es el segundo colombiano asesinado en mayo de este año en la provincia de Esmeraldas. La semana pasada en la ciudad de San Lorenzo, con un balazo en el parietal izquierdo mataron a su coterráneo Edilmer Palomino Calderón, de 33 años. Los criminales intentaron quemar el cuerpo que fue encontrado en el antiguo basurero de esa localidad.