Las guaridas de drogadictos

Como parte de los trabajos que llevan adelante los policías comunitarios, la recuperación de espacios se centra en buscar las áreas más conflictivas o que causen cierto tipo de inseguridad en el sector. Dentro de La Guacharaca, zona alta de Esmeraldas, la ubicación de una escuela abandonada, causaba malestar y zozobra a la ciudadanía.

“Los delincuentes se ocultaban ahí, a veces se metían a consumir drogas”, relata Victoria Salgado, residente del lugar, quien rememora cómo la escuela Jorge Campaín, había sido ocupada por varios jóvenes no identificados.

Esta problemática, fue atendida por el sargento Mauricio Ramírez, policía comunitario del sector La Guacharaca, quien junto a los moradores del sector, se armó una brigada para tumbar las paredes y concretar la limpieza del predio, que hoy en día luce vacía para la realización de un parque en donde se concentren los paseos familiares.