Un muerto y 19 heridos dejó fuga de gas en Quito

EMERGENCIA. Personal de una unidad especializada en manejo de materiales peligrosos llegó al edificio.
EMERGENCIA. Personal de una unidad especializada en manejo de materiales peligrosos llegó al edificio.

Los bomberos lograron que alrededor de 32 personas salieran del edificio San Fermín, situado en la calle Portete y Av. 6 de Diciembre, al norte de Quito. Era necesario desocupar el inmueble residencial para hacer un monitoreo atmosférico y saber el grado de toxicidad que había en el ambiente.

En el sitio, se les explicó a los asustados habitantes que hubo una fuga de gas licuado de petróleo y que el monóxido de carbono que rondaba en el aire podía afectar su salud.

Héctor Jacho, el capitán que estuvo a cargo de la emergencia, informó que la fuga del gas mortal inició en el primer piso, aproximadamente a las 07:30 de ayer. A esa hora se recibieron las primeras alertas.

Precisó que, durante el siniestro, una mujer que bordeaba los 53 años perdió la vida por inhalación de monóxido de carbono y que nueve personas resultaron afectadas con síntomas de asfixia.

La víctima mortal fue entregada al Departamento Médico Legal de la Policía para los trámites de Ley correspondientes.

El cadáver fue hallado en una habitación de uno de los departamentos del primer piso. Se confirmó que en el inmueble vive el embajador de Cuba en Ecuador, pero, la información oficial fue que su departamento está en los pisos superiores y no sufrió ninguna afectación.

Causas
Según Jacho, el gas letal actúa lentamente en las personas que lo inhalan. Las víctimas sienten un mareo y luego se desvanecen. Si la exposición a este tóxico es prolongada la muerte es inminente.

EL DATO
Un total de 20 miembros del Cuerpo de Bomberos atendió esta emergencia.El socorrista explicó que peritos de la Policía Nacional y el personal técnico del Cuerpo de Bomberos analizarán dónde pudo originarse la fuga. No descartó que se haya producido un desperfecto en el sistema centralizado que distribuye la sustancia a los departamentos.

Unas tres horas transcurrieron desde que rescataron a las víctimas hasta que los bomberos concluyeron de evaluar la situación del edificio. Durante ese tiempo, el acceso a los inmuebles estaba restringido.

Las autoridades debían estar seguras de que no había más sustancias peligrosas en el ambiente, antes de dejar que los residentes entraran. La Unidad Especializada en Materiales Peligrosos confirmó que el monóxido de carbono se disipó y ya no representaba peligro.

Aún consternados por lo ocurrido, los moradores del Batán Bajo retomaron sus actividades cotidianas. (FLC)