En los últimos 90 días, cuatro nuevo frentes mineros ilegales se ubicaron en Playa Nueva, parroquia Selva Alegre, cantón Eloy Alfaro, norte de Esmeraldas. En ese cantón y San Lorenzo, desde hace nueve años el extractivismo no artesanal a cielo abierto va en crecimiento.
Como resultado de la afectación al medioambiente, hay peces mutados y humanos con problemas a la piel. Así está plasmado en los estudios de agua, suelo y personas hechos por la Universidad Católica sede Esmeraldas.
Mientras que los colonos, como José Ponce Rivera dan fe de los daños ambientales provocados por el uso de elementos químicos. En los análisis se detectaron seis tipos de metales pesados que predominan en 32 ríos, esteros y piscinas creadas por los mineros.
Ecosistema destruido
Una vigente publicación del libro ‘Extractivismo, (NEO) Colonialismo y crimen organizado en el norte de Esmeraldas’, de 370 páginas, revela que el 150% del ecosistema está destruido.
El 90% de los ríos contaminados con materiales relacionados afines a minería y la palmicultoras; peces con mutaciones; tráfico de personas y pueblos con miedo y sin la voluntad de reaccionar.
“No estamos del todo en contra de la minería, sino de lo que hacen: arrojar todos sus desechos al suelo. La contaminación está en la cuenca Santiago Cayapas. Eso nos está matando”, advierte Ponce, quien lamentó que no se cumpla lo que dispone la ley.
Él se refiere a lo resulto el 2011, cuando un Juez Multicompetente del cantón San Lorenzo, dispuso que se suspenda todo tipo de actividad minera en Eloy Alfaro y San Lorenzo, pese al mandato las autoridades militares y de control han detectado frentes mineros.
Acción de protección
Por los desacatos los comuneros elevaron su queja ante la Corte Constitucional, para que se emita una acción de protección, pero por coincidencia, una hora después de ingresar el pedido, el Juez de San Lorenzo fija para el 6 de mayo una nueva audiencia.
“De la audiencia esperamos que se amplíen las medidas cautelares y que diga qué se analizó de los informes entregados por todas las instituciones al Juez”, augura el comunero José Ponce Rivera, tras haber visto cómo ingresan las retroexcavadoras que pasan por las comunidades, incluso, saben que trabajan de noche.