Petrolero revela un secreto a voces

“Hay personas que pagan para que los resultados (exámenes de salud) les salgan bien, entiendo que lo hacen por necesidad dentro de la provincia, pero eso es una realidad que debe decirse”, denuncia Eric M., técnico de Seguridad Industrial, ante las nuevas contrataciones de personal que se realizan por el plan de reparación y mantenimiento de las unidades en la Refinería de Esmeraldas.

Señala al Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Esmeraldas, quienes asumieron la labor, que son ellos, los que deben garantizar los chequeos médicos dentro de la misma institución para de esa forma llevar el control de la salud del trabajador.

Entre los riesgos laborales, indica que los trabajadores se exponen a gases tóxicos diariamente, revelando que las teas dentro de la refinería, no quemas los agentes químicos por completos, entre ellos el H₂S (ácido sulfhídrico).

“No se está quemando a la temperatura idónea, no se está disolviendo la partícula, generalmente las teas fueron diseñadas para trabajar a 800 grados centígrados, y para que las teas puedan quemar el azufre o el amoníaco, que es lo que se va a la capa atmosférica de la ciudad, es de 1.000 a 1.300 grados”, teme con preocupación.

Eric, que ha laborado por más de 10 años en este sector, coloca a la palestra varias irregularidades, como la falta de apropiados equipos de protección individual de las vías respiratorias y auditivas, teniendo a varios compañeros compresoristas que han debido jubilarse, por el excesivo ruido que sobrepasan los 85 decibeles, generándoles sordera.

La intención de Eric no es alarmar, pero sí colocar en evidencia el constante riesgo que atraviesan los trabajadores de refinería, quienes callan por la carta de confidencialidad firmada antes de trabajar.