La educación, un imperativo categórico

CARLOS CONCHA JIJÓN

Sin duda alguna, para que las personas actúen eficientemente en la vida social, deben tener un grado determinado de educación, que permita desarrollar sus aptitudes, que marquen el florecimiento de una personalidad positiva y vivencia digna, dentro de una sociedad direccionada hacia un horizonte de justicia, como soporte moral.

La educación es el motor que nos conduce a la cooperación y al bienestar necesario en un conglomerado social, representa el acicate que determina el impulso en las personas para ser útiles a la sociedad, impidiendo que se transformen en parásitos de ella, haciendo, además, que se creen hábitos con la ayuda de la inteligencia, aplicándola en las diferentes áreas del conocimiento. Las personas en su vida cotidiana se nutren de una generalidad de conocimientos, que son muchas veces utilizados como apoyo, a pesar que estos no puedan ser plenamente efectivos; sin embargo, pueden ser de ayuda en algunas tareas, dándonos ciertas satisfacciones de utilidad.

Dentro del aspecto educacional nunca hay que olvidar el espacio, que deben ocupar los niños y en ese sentido siempre hay que preservar la vocación que puedan tener, como aquellas que brotan innatas de su estructura psíquica, que al ser descubiertas, necesitan obligatoriamente ser potenciadas e impulsadas, para que alcancen su desarrollo de una manera armoniosa. En la educación, no debemos pretender ser sabios, sino que tenemos la obligación mental de seguir los dictados de nuestra inteligencia, para sacar el máximo de provecho de nuestras aptitudes, pues, puede darse el caso, que al seguir un camino equivocado con un tipo de estudio que resulte forzado, nos pueda llevar al fracaso.

Tenemos que entender que la valoración que hagamos de nuestras acciones, debe tener el visto bueno de nuestra conciencia, como un justo juez. Por último debemos mirar el pasado para convencernos que necesitamos una ayuda de la cívica, la moral y la urbanidad, para recuperar el comportamiento frente a la Patria.

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