Calle preocupa a moradores de ‘Nueva Concordia’

CUIDADO. Señales de advertencia han sido colocadas para que los vehículos no transiten cerca del hundimiento.
CUIDADO. Señales de advertencia han sido colocadas para que los vehículos no transiten cerca del hundimiento.

Moradores de la ciudadela Nueva Concordia, al sur de la ciudad de Esmeraldas, se encuentran preocupados por el hundimiento que se produce en una de las calles del sector.

Maribel Macías, moradora de la calle Sándalos, explica que el debilitamiento del suelo provocó una gran circunferencia que ha sido señalada con palos y ramas, para que los vehículos no atraviesen el área.

El peligro constante que genera, ha hecho que los vecinos deban trasladarse por otras salientes lo que imposibilita el paso a decenas de familias que viven en la zona afectada.

Eva Zambrano por su parte, cree que el posible aplanamiento de la tierra se debe a la lluvia que ha caído en la ciudad de Esmeraldas en las últimas semanas, y es necesaria la presencia de expertos, para el análisis más detallado de lo que atraviesa el sector.

Suelo ablandado

Asimismo, se han mantenido alejados del círculo que se avizora en la calle, porque el suelo permanece blando y temen que este se extienda y continúe metros más adelante, lo que anegaría varios garajes del lugar.

Karen Realpe, cabo segunda de la Policía Comunitaria, vigila y cuida la seguridad de la ciudadela Nueva Concordia, aplicando programas de asambleas comunitarias para el involucramiento de los vecinos, permitiéndoles a ellos mismos la resolución de sus propias necesidades.

Sin embargo, asegura que esto se desliga del trabajo que pueden completar los moradores, uniéndose a los pedidos que claman desde hace varios días.

“Necesitamos que vengan a realizar un estudio del suelo, a compactar la calle y si el caso lo permitiese a bachearla porque por varios años ha permanecido sin asfalto”, cuenta la gendarme.

Otros problemas

El barrio que hace meses inauguró la Alarma Comunitaria dentro de sus hogares, también enfrenta otros problemas como la delincuencia y la oscuridad de sus calles, la misma que se presume son de jóvenes que viven en la segunda etapa de la ciudadela, que ellos cuentan se sienten marginados por la desigualdad reflejada en sus hogares.

“Nosotros queremos que ellos no se sientan excluidos, hemos organizado reuniones e invitado, varios han participado y lo seguiremos haciendo por el bien de nuestra comunidad”, expresa una de las moradoras, quien cuenta que la zona se ha dividido en dos grandes etapas como lo son la uno y la dos.