Segundo Castro Vivero es un maestro jubilado, que se inició como educador en 1975, en el recinto Punta de Venado, perteneciente a la parroquia Borbón, en el río Cayapas, donde laboró tres años, hasta que fue trasladado a La Concordia, del mismo sector.
“Los viajes había que hacerlos por barco desde Esmeraldas hasta Borbón, lugar donde se tomaba lancha para llegar al lugar de trabajo, los desplazamientos eran verdaderas odiseas, sobre todo al regreso desde Limones a Esmeraldas.
“Como maestro vivía en el pueblo donde laboraba, se hacía comunidad, organizaba las mingas, aunque trabajaba a doble jornada, en las tardes cuando se iban los niños, les daba clases a los mayores que no sabían leer”; dijo el maestro retirado.
“Para nosotros la situación ha mejorado, el nuevo plantel ofrece mejores condiciones de estudio para nuestros hijos”.
María Guagua,
MADRE DE FAMILIA.
“El mayor de mis hijos estudia en Quinindé, quería seguir mecánica, especialidad que no había en Chaflú”.
Sonia Vera,
MADRE DE FAMILIA.