Una semana antes del vuelo gratuito por sobre el mar, casas, ríos y nubes de la ciudad de Esmeraldas, los niños y niñas de la unidad educativa ‘Mi Patria’, de la parroquia Mataje, cantón San Lorenzo, preguntaron en decenas de ocasiones que ¿cuándo sería el vuelo prometido?
El día esperado fue ayer. “No paraban de preguntar ¿profesor, cuándo vamos volar?”, lo reveló con una amplia sonrisa el director de ‘Mi Patria’, Jonathan Quirola. Él, junto a sus compañeros maestros, se encargaron de traer hasta el aeropuerto ‘Carlos Concha Torres’ de Esmeraldas, a 45 alumnos. Entre ellos, Afrén, de 16 años.
“Todo fue muy bonito. ¡Qué se repita!”, lo dijo segundos antes del aterrizaje sin contratiempos, pese a la lluvia. Pero no todos los 200 alumnos escogidos por sus buenas calificaciones para el sobrevuelo en avión Boing 737 de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE), terminaron con risas, varios, durante los 25 minutos de vuelo no pararon de llorar.
‘Alas para la alegría’
Para tranquilizarlos no solo estaban sus maestros y compañeros, sino los miembros de la FAE que son parte del programa ‘Alas para la alegría’ que impulsa la FAE dos veces al año (junio y diciembre) en su proceso de vinculación con la comunidad.
“Es una experiencia que busca explicar la ciencia que hay detrás de un avión, del vuelo y la misión que cumplen los soldados del aire”, destacó el comandante de Operaciones de la FAE en el Aeropuerto de Esmeraldas, Diego González.
Agregó que para transportar a los alumnos se hicieron dos vuelos, porque la capacidad máxima del Boing 737 es de 107 y siete tripulantes. En cada viaje se enfatizó en la importancia del cinturón de seguridad, mantener la calma y disfrutar desde las ventanas del paisaje desde las alturas.