Sacar provecho de las adversidades, es una de las mejores cualidades del ser humano. La paralización del gremio de taxistas del cantón Esmeraldas, que reúne alrededor de 16 cooperativas, trajo consigo una serie de incomodidades de transportación a quienes se dirigían a sus trabajos, citas médicas o estudiantes que debían ir a la universidad porque no se habían suspendido totalmente sus actividades.
Es así, como motociclistas, se dieron cita en los diferentes puntos de cierre en calles y avenidas, para de alguna u otra forma, ofrecer sus servicios a un valor no muy razonable, pero que se debía cancelar, sino varios kilómetros era la segunda opción que nadie quería pautar.
En el sector de Aire Libre, las cooperativas ‘Hotel del Mar’ y ‘9 de Marzo’, cerraron desde temprano las vías con alrededor de 160 unidades, que de apoco iban llegando hasta el lugar.
Solo motos
Al principio, el tránsito solo estaba permitido para las motocicletas, por lo que esta opción, la vio como una oportunidad Luis Cagua, quien se dirigía a su trabajo, pero al observar que muchos no contaban con esa facilidad de trasladarse, optó por ayudarlas, con la intención de obtener algo tanto para la gasolina, así como del día de trabajo que le iba a ser descontado.
“Estoy dándole una facilidad a las personas que vienen caminando desde el Terminal Terrestre y ya no pueden más”, comentó el motorizado, que cobraba entre 0,50 centavos, hasta un dólar, dependiendo del lugar hasta donde se dirigían.
No obstante, existieron quienes abusaron del problema y subieron los precios a los cuales los pasajeros no podían negarse. “Tenía una cita médica y le dije al joven que me trajera acá al centro”, contó Soledad Villa, que canceló un dólar con cincuenta, por el simple hecho de no llegar tarde a su consulta.
Para Cagua, la paralización estuvo incorrecta, porque como en otras ciudades, no se paraliza a la ciudad, sino más bien, se llevan a cabo caravanas que proyectan unidad, mas no como la prepotencia que marcan al cerrar diferentes vías.