Quedan atrás las malas caras y prejuicios en contra de adolescentes, especialmente si están embarazadas. Por lo menos, esa fue la indicación con la que ayer se acreditaron como “amigables e inclusivos” los servicios de salud del Hospital público de San Antonio, en la Mitad del Mundo, norte de Quito.
La actividad se realizó ayer con un desfile de colegios, bandas estudiantiles y bastoneras que alteró la rutina del sector.
Carmen Guerrero, coordinadora zonal 9 del Ministerio de Salud, confirmó que la casa de salud es la número 394, a escala nacional, que brinda este tipo de atención especializada para evitar embarazos adolescentes. (JCER)