En la revuelta, estudiantes que comieron en un chifa salieron sin pagar. Luego un delincuente golpeó y le robó a una mujer.
La tranquilidad que al mediodía de ayer existían en las calles Simón Bolívar entre Vicente Rocafuerte y 10 de Agosto, en el centro de la ciudad de Esmeraldas, de un rato a otro se volvió un caos, cuando se escucharon los gritos de voz ¡cójanlo! ¡cójanlo! luego se activó el sonido de una sirena que alerta, cuando sucede un hecho violento, en la zona.
Se trataba de un presunto delincuente que era perseguido por un policía vestido de civil. El maleante ingresó a robarle una Tablet a la hija del gendarme dentro de la casa, ubicada en las calles Juan Montalvo entre las avenidas Cristóbal Colón y Eloy Alfaro, cerca al cementerio municipal de Esmeraldas.
El acusado le arrebató el aparato electrónico a la niña, pero durante la escapada la dejó botada en la calle. Pese a ello, el papá de la menor de edad lo persiguió y lo detuvo en la puerta de ingreso al edificio de la Unidad Judicial Especializada para la Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia, es decir, después de haber recorrido cinco cuadras tratando de escapar.
Golpeado y detenido
El enfurecido policía que vestía de civil, pues, estaba de descanso en su casa cuando el pillo ingresó a robar, al detener al infractor le dio unos golpes en el cuerpo. Luego intervino un policía que estaba de guardia en el edificio judicial y lo tranquilizó.
En cuestión de minutos más de 50 personas se aglomeraron en la vereda de la calle Simón Bolívar, frente al edificio judicial, para conocer lo que pasaba.
Luego llegaron agentes del Grupo de Operaciones Motorizadas (GOM) de la Policía Nacional y en los patrulleros miembros del grupo denominado ‘Flecha’, quienes se llevaron detenido al sospechoso de robo. El dueño de la casa donde ingresó a robar el ahora detenido, también se subió al carro policial para presentar la denuncia por el delito.
‘Habían parado los robos’
Comerciantes de la calle Simón Bolívar, la tarde de ayer se mostraron sorprendidos y alarmados por los tres hechos violentos que se registraron en menos de una hora en la zona, pues, explicaron que los robos a personas en los últimos meses habían parado.
“Por aquí (calle Simón Bolívar y Vicente Rocafuerte) es notorio todos los días observar adolescentes y adultos que andan en la ‘cacería’ de sus víctimas para robarles”, dijo una comerciante del sector.
Agregó que la Policía Nacional debe ejercer un mejor control, pues, esta es una zona comercial por donde todos los días camina gran cantidad de personas realizando compras o algún trámite personal.
Estudiantes salieron de chifa sin pagar
Al mediodía de ayer aprovechando la revuelta por la persecución y detención del presunto ladrón que se sustrajo una Tablet, cinco estudiantes de un colegio del sur de la ciudad de Esmeraldas que comieron en un chifa, ubicado en las calles Vicente Rocafuerte entre Antonio José de Sucre y Simón Bolívar, sin pagar, salieron en precipitada carrera del local.
Según el testimonio de la dueña del negocio, las alumnas, consumieron 12 dólares con 50 centavos. Por eso les siguió hasta la calle Bolívar y a la fuerza les cobró sacándoles el dinero que guardaban en las mochilas.
“Al parecer pensaban irse sin pagar aprovechando la revuelta, les alcancé a cobrar 11 dólares con 75 centavos”, dijo la dueña del chifa.
Delincuente golpeó y le robó a una mujer
Ayer, después de unos 40 minutos de la revuelta por la detención del ladrón en el edificio judicial, un delincuente golpeó en el tórax a la maestra jubilada, Catalina Huila por robarle la cadena de oro que colgaba en el cuello, se la arrancó y solo logró llevarse el dije.
El ladrón no puedo consumar el deleito porque un hombre que acompañaba a la afectada, al ver la acción del pillo lo golpeó con el cartón de un artefacto que llevaba dentro de una funda plástica.
El hecho violento ocurrió en la vereda de las calles Simón Bolívar y Vicente Rocafuerte, mientras la mujer compraba en una farmacia del sitio. Luego del mal momento que pasó la jubilada quedó con los nervios alterados, pues, es hipertensa. El delincuente escapó hacia los barrios de la ribera del Esmeraldas.