Facebook, política y amistad

JOSÉ LUIS SAMPIETRO SAQUICELA

Le era digital implica cambios radicales en el comportamiento y en el raciocinio humano. En la actualidad, las personas al despertar revisan sus redes sociales y en el transcurso del día suelen postear información sobre sus actividades y cierta opinión sobre la realidad política o económica. La sensatez de esta opinión depende de la edad de los cibernautas.

Personalmente, ha despertado mi interés el conocer de manera más o menos técnica, qué ingerencia tiene sobre la realidad política de una provincia, las opiniones o encuestas que se plantean en las redes sociales apoyando o no a ciertos candidatos políticos. Para ello, he planteado la siguiente hipótesis. Estudios de la Universidad de Carolina del Sur, indican que el uso de las redes sociales tiene la siguiente distribución por generación: 51% la generación X (38 a 58 años de edad), 38% la generación Baby Boomers (58 a 72 años), 12% la generación Z (18 años a 28 años) y el 10% restante la generación Y o los denominados millennials (28-37 años).

Dentro de estas generaciones, estudios de la Universidad de Ohio apuntan a que la mayoría de las publicaciones sobre los fenómenos sociopolíticos se concentran en la generación X, Z y Y. Es decir, tan solo un 62% del total de usuarios de una red social postean o expresan una idea relacionada a la política. Según datos sobre la penetración digital en los países, en Esmeraldas existen 133.498 personas que registran una cuenta de Facebook activa.

Si obtenemos el 62% de este valor, tendremos que 82.768 personas son las que interactúan sobre temas socio políticos en el Facebook. Según datos del CNE, en la provincia de Esmeraldas el padrón electoral es de 391.042 personas en su totalidad. De este valor, las 82.768 personas representan solo el 21,16% de todo el padrón.

Finalmente, la única conclusión posible es que con una representatividad de poco más de un quintil (21,16% dividida entre todos los partidos), los usuarios de las redes sociales no deben perder a sus amistades por estos temas, y que las autoridades deben inquirir en medios más serios para hacer política, por ejemplo, una buena estrategia sería cumplir sus promesas.

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