Pianguapí no se desarrolla, le aquejan algunos problemas

REALIDAD. En Pianguapí las dos calles donde habitan 20 familias están llenas de polvo, sus moradores exigen que se las asfalte para no pisar más lodo.
REALIDAD. En Pianguapí las dos calles donde habitan 20 familias están llenas de polvo, sus moradores exigen que se las asfalte para no pisar más lodo.

Sonia Valencia, de 27 años, mamá de tres hijos, de 2, 8 y 11 años, es cabeza de hogar de una las 20 familias que viven en sector de Pianguapí, de la isla Luis Vargas Torres, ubicado cerca al conjunto de puentes que une Esmeraldas con la parroquia Tachina, lamentó las condiciones que viven en su sector.

Una de las preocupaciones de la moradora es que las dos calles que tiene su sector no están asfaltadas y cuando llueve se vuelven lodosas impidiendo a sus habitantes transitar sin llenarse de lodo. Su afán en ese sentido es porque en pocos meses se hará presente el invierno.

“Es terrible para quienes vivimos aquí, a nuestros hijos tenemos que sacarlos al hombro, embotados o con los zapatos forrados en fundas para que vayan a la escuela”, expresó molesta Valencia.

La mujer que su marido lleva un año sin trabajar, dijo que merecen vivir dignamente y no como lo están carentes de los servicios básicos elementales.

Siete días sin agua

Marlene Villalba, de 58 años, otra moradora del sector, se quejó que no cuentan con el líquido vital para satisfacer las necesidades del hogar de manera permanente, sino que les llega cada ocho días y si es que llega.

Pero hasta ayer los moradores de Pianguapí cumplían dos meses que no recibían agua por las tuberías, por lo que tuvieron que comprarla en tanqueros a un costo de un dólar el tanque y las canecas a 25 centavos.

La moradora que vive un año y cuatro meses en el sector, también informó que existen dos familias de las tantas que fueron afectadas en el lugar por el terremoto a las que no se les ha construido sus viviendas y están acogidas en casas de familiares. “Ellos necesitan sus casas para regresar a ellas, el uno es un adulto mayor de 78 años y su mamá con tres hijos menores de edad”.

A medias

El servicio de recolección de basura que reciben en el lugar dicen es a medias, porque el carro solo pasa los miércoles, pero únicamente alza la de quienes habitan en la calle principal de acceso, mientras que los que están en la vía de atrás se quedan sin botarla, porque el carro no recorre ese lugar.

A efecto de no contaminar el ambiente y para que los perros no la rieguen, unos la queman y otros la dejan regada en la calle hasta que pase el recolector y por estar cerca de la reserva del estuario del río Esmeraldas, ese tipo de estrategias no son permitidas.

Por ese motivo, el Ministerio del Ambiente para el próximo jueves realizará una minga con los moradores para sacar toda la basura que hay en el sitio, con lo que evitan que vaya a parar al área de conservación natural.