Defensoría se disculpa por la ‘persecución’ correísta

Histórico. La defensora del Pueblo, Gina Benavides, fue la encargada de hacer extensivo el pronunciamiento oficial a cada uno de los afectados.
Histórico. La defensora del Pueblo, Gina Benavides, fue la encargada de hacer extensivo el pronunciamiento oficial a cada uno de los afectados.

Los maestros de ceremonias pedían que al escenario pasara Abigaíl Heras. Que lo hiciera en representación de Los 10 de Luluncoto. Pero, en lugar de eso, pasaron todos. Los 10 de Luluncoto.

Y entonces, Abigaíl Heras comenzó: “Regresar al 3 de marzo de 2012 es recordar tratos crueles e inhumanos. Es recordar la violencia exagerada del contingente de Policía, de grupos de élite que encapuchados nos apuntaban con un arma. Es recordar más de siete horas arrodillados, incomunicados. Es recordar a nuestra compañera Fádua Tapia en el piso, bocabajo. Es recordar los golpes propinados, hasta sacarle un diente a nuestro compañero Javier Estupiñán. Ese día fue el inicio de un proceso arbitrario e ilegal”.

Al poco tiempo, los presentes comenzaron a corear: “Nunca fueron terroristas, son luchadores sociales. Nunca fueron terroristas, son luchadores sociales”.

La noche de ayer, en el núcleo de Pichincha de la Casa de la Cultura, la Defensoría del Pueblo ofreció disculpas públicas por los abusos del Gobierno de Rafael Correa contra tres grupos: Los 10 de Luluncoto, Yasunidos y los periodistas del país.

Lo hizo, según su titular, Gina Benavides, porque todos estos colectivos habían pedido de alguna forma su respaldo a la entidad y solo obtuvieron silencio. “Fueron 10 años en los que la defensa de los Derechos Humanos no se cumplió”.

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audiencias habrían presenciado delegados de la Defensoría sobre el caso de Los 10 de Luluncoto, sin que haya un informe sobre el debido proceso. Cuando Los 10 de Luluncoto estaban al frente, Benavides los nombró uno por uno, en medio de los aplausos de un auditorio repleto. “Quiero extenderles mis más sinceras disculpas. Es lo mínimo que podemos hacer, después de todo el trabajo de ustedes por el derecho de asociación, el derecho de organizarse”.

Abigaíl Heras continuó: “El silencio institucional de la Defensoría en el pasado oscuro ha sido roto hoy. Los casos que estamos analizando dejan claro que el gobierno de Rafael Correa criminalizó la protesta social. Rafael Correa, en su estrategia de instaurar el miedo, montó y maquinó un proceso desde el inicio ilegal, en complicidad con fiscales, jueces y funcionarios del Ministerio del Interior y la Judicatura”.

Lo que va a pasar
La Defensoría del Pueblo no se quedó en las disculpas. También entregó resoluciones a varias entidades del Estado para que en cada caso generen políticas y decisiones que garanticen el respeto por la libertad y los Derechos Humanos.

2.348
agresiones a la prensa registró Fundamedios ante la entidad.En el caso de Yasunidos, los oficios fueron remitidos al Consejo transitorio de Participación Ciudadana y al Consejo Nacional Electoral, para que reabra el análisis sobre las firmas entregadas por este colectivo para la consulta popular contra la explotación petrolera en el Yasuní. “Gracias a Yasunidos por su acción”, dijo Benavides.

Sobre Los 10 de Luluncoto se envío oficios a la Asamblea, a la Fiscalía y al Consejo de la Judicatura. (ASC)

Sobre los comunicadores sociales
° Entre los periodistas que recibieron las disculpas públicas por los abusos contra la libertad de expresión registrados durante el gobierno de Rafael Correa, estuvo el director de Fundamedios, César Ricaurte. Esa fundación presentó ante la Defensoría del Pueblo un registro de 2.348 agresiones contra la prensa. No se hizo nada.

La defensora, Gina Benavides, explicó que en los archivos de la entidad reposa una respuesta: que no se podían seguir esos procesos porque eran muchos. “Se omitió actuar”, dijo. “Quiero presentar mis disculpas a los periodistas, que fueron víctimas de persecución, de estigmatización”.

Sobre este caso se remitieron oficios al Consejo de Participación, a la Judicatura y a la Asamblea, que hoy inicia el debate de las reformas a la Ley de Comunicación, con el pedido de que en ese nuevo texto se deje establecido que esa Ley fue creada con el afán de coartar la libertad de expresión y que eso no puede volver a suceder.