Ley orgánica Esmeraldas

MARCOS BROWN CABEZA

Requerimiento insalvable para alcanzar desarrollo integral e integrado de la provincia-región Esmeraldas: Todos los ciudadanos estamos convocados a formular la ley que plasme sin ambages la afirmación de nuestros derechos dentro de la estructura legal del Ecuador. Tarea inaplazable que nos permitirá romper con el oprobioso centralismo neocolonial, fardo pesado que entraba nuestras legítimas demandas socioeconómicas de crecimiento sostenido multilateral, para impulsar el desarrollo endógeno autónomo de los sectores socioproductivos públicos, mixtos y privados, que traiga como resultado positivo la generación de empleos dignos.

Incluye favorecer emprendimientos variados, modernos, sustentados en el aprovechamiento inteligente de nuestras excelentes ventajas comparativas, por contar con Puerto Comercial y estar asentados en la cuenca del Pacífico, en cuya otra orilla actualmente se encuentran las economías más dinámicas del mundo, quienes demandan bienes y servicios en cantidades inimaginables. Penosamente, el gobierno, que encabeza, Lenín Moreno, hasta lo que va de transcurrido, sigue aplicando la misma receta poco visionaria y discriminatoria contra Esmeraldas, heredada de quienes se han turnado en el ejercicio del poder político.

Torpe e injustamente nos niegan el derecho constitucional establecido en el Art. 274 de obtener rentas petroleras propias, derecho que debió ser reconocido en el mismo acto legislativo que aprobó la Ley que favorece a las provincias amazónicas, quienes ya se están beneficiando en una cantidad mínima cercana a los mil millones de dólares anuales. El Presidente de la República es nacido en Napo, ello determinó la inmediata sanción del instrumento legal, fue publicado en el Registro Oficial, dejándonos en completa indefensión a los esmeraldeños. La pregunta sin respuesta es ¿qué pasaría económicamente con el petróleo extraído en el Oriente, si no alcanzare Puerto Balao en las costas esmeraldeñas? ¡Las rentas petroleras son irrenunciables!

Es urgentísimo por los hechos calientes de los últimos días, que nadie se duerma y nos aprestemos a elaborar la Ley Esmeraldas, que debe ser respuesta ciudadana estratégica que blinde nuestro destino del centralismo neocolonial en sus múltiples agresiones contra un pueblo digno, pujante y soberano, por encima de mezquindades grupales y coyunturas politiqueras. El primer objetivo de la Ley debe ser juntarnos, unirnos sin mascaradas, mirarnos de frente. Luego hacer política pública de planificación integrada e integral vinculante. Instituir un órgano gestor de coordinación ejecutiva provincial.

Ejecutar acciones concretas para velar por la distribución justa y equitativa de los recursos para construcción de obras prioritarias y promulgar legislación local acorde con nuestras dinámicas de desarrollo. Así, las reglas pondremos nosotros en consensos democráticos que fortalezca la institucionalidad e incorpore capacidades creativas en ámbitos públicos y privados. Objetivos y metas perfectamente alcanzables con acciones y amplia unidad, unidad y más unidad.

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