‘He pasado toda mi vida frente al volante’

Todas esas cualidades las posee el hombre de estatura pequeña, risueño y sociable, se trata del manabita Luis Constantini Viteri, de 60 años, quien empezó a conducir desde los 10 años guiado por su padre, quien le enseño el oficio.

La necesidad de ayudar a sus padres que por motivos de trabajo andaban de un lugar a otros, lo llevaron a aprender la tarea desde los 10 años, de la cual ha vivido toda su vida, con el que brindado el sustento a su familia. En esta ciudad vive desde hace 50 años, y ese lapso de tiempo tiene conduciendo vehículos.

El hombre que apenas ha terminado la primaria, cuenta con licencia profesional, para ello, dijo que hizo el curso que tuvo una duración de dos años. Recuerda que en el tiempo que se formó como tal, no había tantas exigencias como en la actualidad, agregando que las cosas han cambia mucho.

Demasiados accidentes

En aquellos tiempos dijo no se daban la cantidad de accidentes que se dan ahora, mencionando que desde que se hicieron las vías se han elevado las cifras de muertes y heridos, pero a causa de la imprudencia de los conductores, señalando una de las principales causas, el mal uso del celular.

“Con esta profesión tengo 50 años y gracias a dios no he tenido ningún accidente”, refirió Constantini Viteri. Resaltó que trabajó haciendo ese oficio en el Consejo Provincial, siendo chofer de Prefectos, pero nunca tuvo ningún percance de esa índole y hasta la actualidad sigue invicto, comenta sonriente.

En su labor de taxista lleva 16 años, actividad que la califica de bonita, porque le permite conocer el entorno de la ciudad que no es la suya pero la ama de corazón, porque es oriundo de la provincia de Manabí. Respecto a la fuerte competencia del taxismo, porque es conductor de un taxi de la cooperativa Simón Plata Torres, no se quejó, al contrario expresó que Dios les da trabajo a todos.

10 horas de trabajo

Su actividad la empieza a las 06:00 y la termina a las 16:00, a pesar que no es dueño del taxi que conduce, dice que no necesita uno propio, porque es suficiente con el carro donde trabaja, porque con lo poco que recibe por su trabajo subsiste. Es más reiteró, “he pasado toda mi vida frente a un volante”.

Es papá de cuatro hijos, siete nietos y dos bisnietos. Con su trabajo de conductor sostiene el hogar y ha educado a sus hijos profesionalmente, son ingenieros: mecánico automotriz, eléctrico y una que vive en España.

Entregó un mensaje a sus compañeros del volante que lo sintetizó de la siguiente manera: “Actúen con responsabilidad que en casa los esperan sus hijos, sus padres, hermanos, esposas, la velocidad y el celular los llevan a perder la vida”. (MES)