De pleno derecho

MARCOS BROWN CABEZA

Parece una hipótesis díscola sostenida por la terquedad de algunos, esto de hablar con la voz en arrecho de derechos plenos. Utopía improbable, maraña intrincada lanzada contra el pueblo esmeraldeño para retirarnos adrede de las consideraciones más básicas; hacernos tragar la rueda d molino que huérfanos de méritos, existimos por la bondad conmiserativas de unos cuantos filántropos henchidos de poder, quienes arrebatados por algún viento esotérico preñados de misericordia piadosa los ha empujado hasta realizar algo y aun todo por nosotros. Estamos obligados a presentarnos agradecidos, no vaya a ser que el benefactor se disguste y cierre la llave.

Revisado el inventario de los hechos históricos les escupe la cara. Pero, ya habrá ocasión para ocuparnos de aquello. Refirámonos a tiempos contemporáneos centrados en la última década. ¡Ojo a la paradoja!. Ecuador petrolero experimenta súbitamente el aumento de los precios del petróleo por encima de los 120 dólares el barril; las arcas fiscales engordan alcanzando los trescientos cincuenta mil millones de dólares en el periodo. Siendo que la economía ecuatoriana se sustenta en ingresos petroleros cuyo peso en la economía se ubica arriba del 70%. Aquí cabe la observación, las rentas por industrialización respecto a producción de crudo son superiores en una comparación prudente de diez a uno; en consecuencia, ingresa más dinero por refinación de petróleo que por extracción, pese a que son fases de un mismo proceso productivo.

Lo alarmante es que Esmeraldas no recibe asignaciones directas que retribuyan los derechos al desarrollo, que hemos cubierto con creces, tanto que tenemos una altísima factura que cobrarle, en justicia al Estado Centralista, que hasta hoy cínicamente se ha negado pagar como corresponde. El Artículo 274 de la actual Constitución, textualmente dispone “Los gobiernos autónomos descentralizados en cuyos territorios se exploten o industrialicen recursos naturales no renovables tendrán derecho a participar de las rentas que perciba el Estado por esta actividad, de acuerdo9 con la Ley”. Postulado recogido de la Constitución de 1998.

La trampa estriba en artimañas para incumplir este derecho reconocido, excluyéndonos groseramente de la ley marco que es el Cootad, en cuyos artículos del 207 al 210 se patentiza este crimen discriminatorio; porque en este cuerpo legal se legítima los derechos de las provincias amazónicas, mediante la Ley 010 que asigna un dólar por cada barril de petróleo extraído y para Esmeraldas que industrializa, naranjas. Se nos está perjudicando en cientos de millones de dólares que nos corresponde de pleno derecho. Las llamadas obras de infraestructura realizadas, no son concesión graciosa del gobierno anterior que tengamos que “agradecer”, tal cual siervo maltratado al amo. Cientos de obras construidas en el país han sido realizadas con dineros producidos en nuestra tierra.

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