Un puesto en Ambato, por ejemplo, cuesta 40 mil dólares; en Esmeraldas 10 mil.
Una controversia se ha producido por el arribo de taxistas de varias provincias del Ecuador a Esmeraldas, especialmente de Tungurahua. “Para combatir a los taxis ilegales se logró que a cada cooperativa de Esmeraldas le asignara un número de cupos, los que fueron ofrecidos a 10 mil dólares, con cinco mil de entrada y el saldo, a dos años plazo”, dijo un taxista que pidió el anonimato.
Agregó que los dirigentes de las cooperativas, ante el poco interés de los esmeraldeños, difundieron la noticia entre los conductores de la Sierra residentes en Esmeraldas, el dato llegó a Ambato y ahora tenemos ‘oleada’ de taxistas.
El taxista esmeraldeño se quejó porque hay días que llega hasta con cinco dólares a la casa y cuando mejor le va, apenas puede reunir 20 dólares, ya que tiene que hacer el porcentaje para el dueño del carro, la gasolina y la lavada del automotor.
Hubo socialización
Edmundo Prado Erazo, presidente de la Unión Provincial de Cooperativas de Taxis, dejó en claro que la existencia de los cupos fue socializada entre los conductores esmeraldeños, especialmente entre quienes tienen sus vehículos trabajando al margen de la ley, unos se afiliaron, pero la mayoría no lo hizo.
“Creo que el problema es económico, ante la falta de acogida por los conductores locales, vinieron los choferes de otras provincias y no podíamos negarles su solicitud de afiliación, ya que cumplían con todos los requisitos”, expresó Prado Erazo.
Luego enfatizó: “todos somos ecuatorianos, hay esmeraldeños que han ido a buscar trabajo en otros lados, lo consiguieron y se quedaron donde se les presentó la oportunidad de ganarse el pan diario, eso es lo que han hecho los choferes de la provincia de Tungurahua aquí en Esmeraldas”, argumentó dirigente.
Dos años en Esmeraldas
Cristian Villacreses es uno de la decena de taxistas llegados desde la provincia de Tungurahua a la ciudad de Esmeraldas, frente a los reclamos que hacen los choferes esmeraldeños, hizo la siguiente reflexión.
“Si en Esmeraldas hay personas llegadas de Colombia, de Venezuela y de otras partes del mundo, trabajan honradamente, ¿por qué no podemos hacerlo nosotros los ambateños que somos ecuatorianos?”, se interrogó, mientras conducía su vehículo.
“He venido a Esmeraldas en busca de mejores días, no soy dueño del taxi, es de un pariente, ya llevo dos años fuera de mi tierra, cada dos meses viajo a pasar con la familia, para mí no ha sido fácil dejar a los míos”, finalizó el conductor.
Bondades de la plaza
Conduciendo su vehículo, Jhonny Angulo no está de acuerdo con la venida de los conductores interandinos. “La situación se nos ha complicado, debemos dar vueltas y vueltas buscando las carreras, con la finalidad de reunir el dinero para el dueño del carro y la gasolina”, dijo.
EL DATO
La falta de recursos económicos impide a los esmeraldeños afiliarse a las cooperativas de taxis.Marco Gallón, también taxista, manifestó que a pesar de la situación actual, Esmeraldas sigue siendo la mejor plaza del Ecuador para el trabajo de taxismo, además acá los cupos son más baratos y existe menos riesgo durante las horas de labor.
“Nací en Guaranda, llegué hace dos meses a Esmeraldas, antes estaba residiendo en El Coca, lo que pasa es que allá afiliarse a una cooperativa cuesta entre 40 y 50 mil dólares, con esa plata acá en Esmeraldas compro dos carros con puesto y todo”, expresó un conductor que se reservó el nombre. (KLR)