El cementerio general de Esmeraldas está colapsado. Tiene un lugar para sepultar solo a 20 cadáveres en una parte del cerro.
Un deudo debe tener más de 1.000 dólares para sepultar a su ser querido en una bóveda del cementerio general de Esmeraldas. Caso contrario, tiene que buscar un espacio en medio de la loma, donde no tiene costo. Sin embargo, encontrarlo no es fácil, porque tiene que cavar y si encuentra un ataúd, debe tapar el hueco y seguir intentando hasta hallar uno desocupado.
Esto fue confirmado por un grupo de jóvenes, que hacía un hueco para sepultar a un pariente y se encontró que en el mismo espacio yacía otro cadáver. El problema se origina porque hay sepulturas que no tienen la cruz, por deterioro o porque los dolientes nunca le pusieron una señal de identificación, y las tumbas quedan perdidas.
Colapso en el panteón
La administradora de cementerio general, Teresita Quiñónez, reconoce que el panteón está colapsado. Espacio en tierra no hay, por eso está echando la mirada a un sitio de la loma para dar prioridad a las personas de escasos recursos económicos que no tienen cómo pagar una bóveda, que pertenecen a asociaciones, sindicatos, gremios, cuyos dirigentes construyeron con antelación los cuartos de bóvedas para sus socios.
Al caminar por las inmediaciones del camposanto se observan los letreros de venta. A raíz de la crisis sanitaria por el coronavirus, se incrementó el comercio de estos espacios que van desde 700 a 1.200 dólares, dependiendo dónde están ubicadas y la infraestructura. Quien no tiene cómo cubrir esos valores y tampoco quiere sepultar en la loma, se le recomienda enterrar en las parroquias cercanas como Tachina, Vuelta Larga y Tabiazo.
Reubicación
“El Municipio no tiene ni una bóveda para regalar. Sin embargo, con la empresa privada se han construido bóvedas y nichos para reubicar a los fallecidos que estaban en el llamado Callejón Sangriento, porque en cada invierno se inundaban. Ya se cumplió con la primera etapa, y la segunda, que contará de 500 cuartos, estaría lista en mayo próximo”, explicó Teresita Quiñónez.
Agrega, que entre la planificación consta una tercera etapa que será construida el año venidero. A la par desde la Alcaldía, realizan gestiones para construir un nuevo cementerio, pero aún se desconoce dónde estará ubicado, qué características y qué capacidad tendría. (MBC)
Rifa para cerramiento
La administradora del cementerio general Teresita Quiñónez, organiza una rifa que se realizará el primero de mayo. El dinero recaudado será utilizado en la compra de material para construir un cerramiento de 100 metros de longitud para cerrar parte de la loma. El objetivo es impedir el paso de malhechores que suelen ocultarse entre las tumbas para consumir droga y delinquir. Los premios son donados por comercios de la localidad y ferreterías que colaboran con material de construcción.
Irrespeto a disposición
Según las restricciones por el aumento de casos de Coronavirus, quienes mueren por esta enfermedad deben ser acompañados al sepelio máximo con 10 personas. No obstante, ese número se duplica. Teresita Quiñónez, exhorta a la ciudadanía a cumplir las normas de bioseguridad y evitar las aglomeraciones. Asimismo pide que haya más control, debido a que los fallecidos por Coronavirus no los traen directo a sepultar sino que los traen en hombros haciendo el tradicional recorrido por la calle Bolívar.
En marzo de 2021, en el cementerio general se sepultaron 79 fallecidos, 26 fueron por Coronavirus. En lo que va de abril, se registran 12 muertos, 9 son por Covid-19.