Mujer fue rescatada de la intemperie

Ayuda siquiatrica
ESPERANZA. Virginia G., quien vivía en medio del monte en el barrio Santas Vainas fue llevada hasta el Hospital del Sur para su tratamiento psiquiátrico.

Virginia G., de 61 años y con alteraciones mentales vivía hace dos años en precarias condiciones en el barrio Santas Vainas.

En medio de fuego y plantas de tabaco fue encontrada Virginia G., una mujer de 61 años de edad, quien sufre de esquizofrenia hace varios años. Sus vecinos la conocen como “la mujer Topo” y alegan que había días donde era agresiva con las personas que la querían ayudar.

Ante esta alerta, la Mesa Técnica de Prevención de la Salud Mental, dirigida por el Consejo Cantonal de Protección de Derechos de Esmeraldas (Ccpde), realizó la contención mecánica de la mujer con problemas mentales y fue trasladada hasta el hospital Delfina Torres de Concha para su tratamiento psiquiátrico.

Historia

La historia de Virginia inicia justo en la esquina donde funciona la Empresa Eléctrica, donde por casi dos años vivió al aire libre y en medio del monte, ya que autoridades municipales derrumbaron hace dos años su casa, debido a que el inmueble ya se encontraba en condiciones precarias y representaba un riesgo para los transeúntes.

Al no tener a quién acudir, la mujer cavó un hueco en el terreno baldío en donde tiene algunas de sus posesiones y utilizaba palos, piedras, ramas y un plástico negro que era su principal aliado para protegerse del calor del día, las fuertes lluvias y el despiadado frío de la noche.

Los habitantes de este sector la ayudaban con alimentos y agua, pero lo cierto es que el olvido de la sociedad la volvió un ser invisible por muchos meses y al no haber podido recibir atención médica, su caso se ha agravado.

Varios vecinos de la zona afirmaron que la señora padece de esquizofrenia, ya que había días donde con machete y cuchillo pretendía defenderse.

Alerta

Nelson Valencia, sociólogo y secretario del Ccpde, explicó que este abordaje se lo realizó con representantes de las diferentes carteras de Estado y amigos de la mujer que dieron la alerta para que reciba la ayuda que esperaba. “Es un reto abordar a las personas con alteraciones mentales, porque hay mucha necesidad y no existe un sitio adecuado para realizar un buen tratamiento”, sostuvo.

Sin embargo, aunque se enfrenta a un desborde de individuos con afecciones o alteraciones mentales, con cuadros neurológicos graves y leves, seguirán realizando el trabajo de ayudar y proteger los derechos de quienes más lo necesitan.

Por su parte, Erudita Quintero, amiga de Virginia y habitante del sector, dijo que durante meses buscaron la ayuda para que la atiendan, pero no había la facilidad para que fuera acogida. (MFC)

Siete personas con trastornos mentales han sido tratadas con atención psiquiátrica, dos de ellos están internados en un centro de adicción a las drogas.