Los jubilados de Esmeraldas han emprendido una cruzada tenaz: la construcción de un nuevo hospital del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) y la reapertura del emblemático Hospital Delfina Torres de Concha.
Esta batalla, que se ha prolongado por más de una década, ha sido testigo de numerosos contratiempos y obstáculos, pero la determinación de los esmeraldeños sigue intacta. La necesidad de un nuevo centro hospitalario del IESS en Esmeraldas se remonta a más de diez años atrás. Esta aspiración nació de la creciente demanda de servicios de salud de calidad para atender a la población asegurada de la séptima provincia más poblada del país. A pesar de los múltiples estudios realizados, que implicaron una inversión de 547.000 dólares, el proyecto nunca logró materializarse.
El eterno Aplazamiento
Año tras año, la esperanza de ver erigido el nuevo hospital del IESS se ha visto frustrada. En 2015, cuando todo parecía encaminado, con presupuesto asignado, maquetas y terrenos listos, la ilusión se desvaneció una vez más. Desde entonces, la lucha ha continuado sin descanso, con los jubilados exigiendo respuestas contundentes de las autoridades competentes.
En un intento por agilizar el proceso, se identificó un lote en la zona de La Propicia, al sur de la ciudad, como el lugar ideal para la construcción del nuevo hospital. Este terreno, propiedad del IESS, contaba con la aprobación del plano arquitectónico, quedando pendiente la aprobación del plano estructural. Sin embargo, a pesar de contar con todas las condiciones necesarias, la falta de voluntad política y de asignación presupuestaria ha mantenido el proyecto en un limbo interminable.
Desafío Económico
Las autoridades del IESS han esgrimido argumentos económicos para justificar la postergación del proyecto. Alegan que, pese a contar con un presupuesto consolidado de más de 10.000 millones de dólares para el año 2024, no existen fondos disponibles para la inversión de 42 millones de dólares requeridos para la construcción del nuevo hospital en Esmeraldas. Esta situación ha generado indignación entre los jubilados, quienes consideran inaceptable que una provincia tan populosa sea relegada en materia de infraestructura hospitalaria. Además de la lucha por el nuevo hospital del IESS, los jubilados también han abogado por la reapertura del Hospital Delfina Torres de Concha. Sin embargo, el Ministerio de Salud Pública ha mostrado una postura negativa hacia esta iniciativa, argumentando que los recursos disponibles se encuentran comprometidos en áreas más críticas. Ante la falta de respuesta satisfactoria por parte de las autoridades, los jubilados han decidido ampliar su movimiento de protesta. Se encuentran en proceso de organización de una paralización provincial, buscando sumar a diversos sectores de la sociedad esmeraldeña en esta causa común. Su objetivo es ejercer presión y exigir la atención que merece la provincia en materia de infraestructura hospitalaria.
El rol de la Asamblea Nacional
La asambleísta Samuel Zeller se ha sumado a esta lucha, abanderando la causa de los jubilados esmeraldeños. Zeller logró gestionar una reunión con las autoridades hospitalarias en la capital, pero la respuesta fue desalentadora. A pesar de que los informes técnicos avalan la viabilidad del proyecto, la falta de financiamiento sigue siendo el obstáculo más grande. Los jubilados han alzado su voz con firmeza, expresando su indignación ante la falta de voluntad política para atender las necesidades de salud de Esmeraldas. Argumentan que, si bien el IESS cuenta con un presupuesto millonario, es inaceptable que no se destinen los recursos necesarios para la construcción del nuevo hospital en una provincia tan populosa.
El Impacto en la Comunidad
La ausencia de un nuevo hospital del IESS y la clausura del Hospital Delfina Torres de Concha han generado un impacto negativo en la comunidad esmeraldeña. Los pacientes se ven obligados a desplazarse a otras ciudades para recibir atención médica, lo que implica costos adicionales y dificultades logísticas. Esta situación ha puesto en evidencia la necesidad urgente de contar con una infraestructura hospitalaria adecuada en la provincia.(DLH)