La parroquia Quingue, ubicada en el cantón Muisne al sur de la provincia de Esmeraldas, se encuentra en estado de emergencia tras las fuertes lluvias que azotaron la región durante la noche del lunes 10 y el martes 11 de febrero.
Las consecuencias de este fenómeno meteorológico han sido devastadoras para la comunidad, especialmente en el poblado de San José, donde se han registrado pérdidas materiales significativas y existe un riesgo latente para otras viviendas.
Riesgo Inminente
El caso más dramático es el de Felipe García Jara, residente de San José, quien perdió su hogar debido a la fuerza de las aguas. Las imágenes captadas en el lugar muestran la magnitud de la destrucción, con la vivienda de García Jara completamente arrasada por la corriente. Lo más preocupante es que esta no es una situación aislada, ya que otras casas en la zona se encuentran en peligro inminente de correr la misma suerte si las condiciones climáticas adversas persisten.
Infraestructura afectada
El impacto de las lluvias no se limita a las viviendas particulares. La infraestructura comunitaria también ha sufrido daños considerables. Se reporta la caída de postes de alumbrado público, lo que no solo afecta la iluminación nocturna del poblado, sino que también representa un riesgo para la seguridad de los habitantes. Además, varias lanchas, vitales para la economía local y el transporte en esta zona costera, fueron arrastradas por las fuertes corrientes de agua, lo que supone un duro golpe para los pescadores y comerciantes de la región. Ante esta situación crítica, la comunidad de San José y, por extensión, toda la parroquia de Quingue, hace un llamado urgente a las autoridades locales y provinciales. Los habitantes demandan la presencia inmediata de los organismos de socorro y asistencia para evaluar los daños, proporcionar ayuda a los damnificados y, sobre todo, implementar medidas de prevención para evitar que futuras lluvias causen estragos similares.(AG)