Lissette Tello es una brillante artista esmeraldeña que combina herencia musical y proyectos innovadores como KALÚA para reivindicar el arte de su provincia.
Desde las raíces profundas de Esmeraldas, tierra de marimba y tradición afroecuatoriana, emerge Lissette Tello, una artista cuyo talento innato y herencia musical la convierten en un símbolo de orgullo local. Con una carrera que abarca reality shows, proyectos innovadores y una lucha constante por visibilizar el arte esmeraldeño, Tello se consolida como una de las figuras más versátiles de la escena cultural ecuatoriana.
Una herencia musical que define su esencia
Lissette Tello no solo nació en Esmeraldas; lleva la música en su ADN. Proveniente de una familia de músicos, su abuelo paterno, Ezequiel Tello, dominaba la guitarra, el violín y la marimba, mientras su abuelo materno, Troadio Chaux, era reconocido por su voz y destreza con las cuerdas. Sin embargo, el legado más extraordinario lo aportó su tía abuela, Teresita Chaux, la única esmeraldeña Mezzosoprano en formar parte de la prestigiosa Scala de Milán en Italia.
Esta herencia moldeó su camino. Desde los 12 años, Lissette comenzó a cantar en escenarios nacionales, respaldada por sus padres, quienes siempre la incentivaron a explorar su creatividad. “Mi padre componía canciones para mi madre; crecí entre melodías y poesía”, recuerda. Con los años, grabó temas inéditos de su autoría, trabajando con productores de Ecuador y Colombia, y consolidando un estilo que fusiona lo tradicional con lo contemporáneo.
De los reality shows a la autenticidad artística
La trayectoria de Tello es un reflejo de su versatilidad. En 2010, participó en Fama o Drama (TC Televisión), donde mostró su capacidad vocal frente a miles de espectadores. Cuatro años después, en Tumbao (Ecuavisa), exploró ritmos caribeños, conectando aún más con sus raíces afro. Pero fue en 2024 cuando alcanzó un hito: como finalista de Yo me llamo (Teleamazonas) imitando a la cantante Mexico-estadounidense Marisela, los temas eran clásicos del romance de le época de los 80’s y 90’s. Allí Lissette se fusionaba los dotes, tanto de actuación como de canto, para así lograr un mejor personaje en cada gala, revivió clásicos latinos con un toque personal, ganando reconocimiento nacional. Sin embargo, su verdadera pasión está en proyectos auténticos. En paralelo a su carrera solista, en 2024 lanzó junto a tres amigas(NICOLLE, IVETTE Y PAMELA) KALÚA, una iniciativa que busca reivindicar el papel de las mujeres en la salsa. “Hay pocas figuras femeninas en este género; queremos romper estereotipos”, explica. El 8 de febrero, estrenaron Los Consejos, su primer sencillo bajo el sello Kiman Records y producción de Pedro Chinga, un tema de la colombiana Greiicy con arreglos tropicales. El videoclip, filmado en locaciones urbanas de Guayaquil, ya genera expectativa en redes sociales.
Una profunda herida en 1998
Lissette es huérfana de madre desde los 5 años, su madre falleció en un accidente de tránsito en el año 1998. Ella era docente y también cantaba muy bien. “Yo siento que desde que yo era muy pequeña ella vio dotes artísticos en mí, ya que me inculcó el desenvolvimiento escénico, me daba clases de baile y expresión corporal, modelaje y me enseñaba a hablar frente al público.” Hoy por hoy también le dedico cada avance a ella y a mi padre que hasta hoy a sus 73 años me acompaña en cada show. Concluye Lissette.
Esmeraldas: Cuna de Talentos que Merece Brillar
Para Lissette, el arte esmeraldeño es un diamante en bruto. “Somos la cuña de talentos más grande del país”, afirma. Músicos, cantantes y bailarines emergen de esta provincia, pero falta apoyo institucional. Aunque temas como Mi tierrita —creado en 2015 junto a otros artistas locales— han logrado visibilidad, Tello insiste en que se necesitan políticas que promuevan a los creadores en eventos y festivales.
“Nuestra cultura es riqueza pura”, recalca. Desde la marimba hasta el currulao, las tradiciones esmeraldeñas son un patrimonio que trasciende fronteras. Con planes de lanzar más música como solista y expandir KALÚA, Lissette Tello demuestra que el talento esmeraldeño no se detiene. Su misión es clara: poner a su tierra en el radar global, una nota a la vez.(JNG)