¿Las cárceles realmente rehabilitan?

Las prisiones son lugares de castigo, pero también son instituciones diseñadas para rehabilitar a los delincuentes y ayudarles a reintegrarse en la sociedad tras su liberación.

En general, las prisiones tienen el objetivo de rehabilitar a los presos para que no vuelvan a cometer delitos una vez liberados. La rehabilitación es un concepto difícil de definir y aún más difícil de practicar en la cárcel, especialmente cuando la población penitenciaria ha crecido enormemente en las últimas décadas.

¿Qué es la rehabilitación en la cárcel?
La rehabilitación proviene del concepto médico de curar a las personas de una enfermedad y devolverles la salud. En el sistema de justicia penal, la rehabilitación es el proceso de cambiar el comportamiento de las personas para que no vuelvan a cometer delitos. El Urban Institute sugiere que la rehabilitación es un proceso que implica cambiar las actitudes, valores, habilidades y/o comportamientos de un individuo para que pueda funcionar en la sociedad sin cometer delitos y sin ser objeto de futuros arrestos o detenciones. En otras palabras, la persona vuelve a gozar de buena salud.

¿Cómo funciona la rehabilitación penitenciaria?
Los programas de rehabilitación, las intervenciones basadas en la investigación y las actividades estructuradas tratan de cambiar la forma de pensar y el comportamiento de los reclusos, pero difieren en términos de a quiénes sirven, qué intentan lograr, cómo están estructurados y cómo se evalúan. Los programas de rehabilitación están diseñados para personas que cumplen condenas cortas, a menudo por delitos no violentos como la posesión de drogas o el robo en tiendas. Están diseñados para ayudar a la persona a salir de la cárcel y a mantenerse fuera de ella, encontrando un trabajo, abordando los problemas de consumo de sustancias, mejorando la alfabetización, etc. Hay diferentes enfoques de los programas de rehabilitación, pero la mayoría incluyen alguna combinación de terapia cognitiva conductual, formación en habilidades para la vida y programas de preparación para el trabajo.

Limitaciones de la rehabilitación en prisión
La rehabilitación en la cárcel tiene una serie de limitaciones. Los reclusos pueden no estar dispuestos a participar en los programas, o pueden no ser adecuados para ciertas intervenciones, como la terapia cognitivo-conductual. También es posible que los reclusos no puedan aprovechar los programas basados en la ubicación, ya que pueden estar alojados lejos de la zona donde se prestan esos servicios. También es posible que los reclusos no puedan asistir a los programas por problemas de horario o que las intervenciones a las que asisten no les resulten útiles.

Conclusión
En teoría, las prisiones están diseñadas para rehabilitar a través de una variedad de programas e intervenciones, pero en la práctica, esos programas pueden ser limitados en su alcance y eficacia. Es posible que los reclusos no estén dispuestos a participar en los programas de rehabilitación, que los programas no sean los más eficaces para ayudar a la gente a cambiar y que no estén disponibles para todos los que los necesitan. Dependiendo de la prisión, los reclusos pueden no recibir ningún tipo de servicio de rehabilitación. Así que, a pesar de las mejores intenciones de los responsables políticos, la rehabilitación sigue siendo un objetivo difícil y esquivo.
(IA)