Desde que descubrieron sus habilidades en el canto, Esperanza Peñafiel, se ha dedicado a homenajear a las madres a través de los oídos.
Lo emocionante de vivir el Día de la Madre, Esperanza Peñafiel, lo experimenta cantándole a otras mamás, porque el estar dedicada a su arte, le ha restado tiempo para ella ser homenajeada por sus hijos, quienes también comparten su actividad musical. Antes de la pandemia, ofrecía serenatas hasta las O6:00, y la última en ser homenajeada era su mamá Esperanza Roldán, de 82 años de edad.
Experiencia
La cantante es madre de cinco hijos, de ellos, cuatro están involucrados con la música, y suelen trabajar juntos, sobre todo en fechas como la de hoy. Recuerda que desde la medianoche del domingo iniciaban las serenatas que se extendían hasta las 06:00. Terminaban todos agotados con el único deseo de dormir, es que mientras todas las madres recibían los obsequios y la comida especial el segundo domingo de mayo de cada año, Esperanza pasaba dormida, descansando tras una larga jornada de trabajo.
Para Esperanza no había Día de las Madres, porque estaba dedicada a consentir y no ser consentida, pero después todo cambió cuando sus hijos decidieron homenajearla el 5 de mayo, que es el día de su cumpleaños. “Ese día me sorprenden y a pesar de yo dar serenatas, cuando es para mí hasta lloro de la emoción”.
Trayectoria
María Esperanza Peñafiel Roldán empezó su carrera artística cuando tenía 8 años de edad, en medio de la desconfianza y el temor, pero al llegar al Colegio Sagrado Corazón, un docente de apellido Pullas, la ‘empujó’ al canto haciéndole perder el miedo escénico y desde ahí se convirtió en la voz que no podía faltar en los encuentros sociales y culturales.