La presencialidad puede esperar

Shakespeare Abarca Córdova
Shakespeare Abarca Córdova

Fue el titular del COE nacional, quien en vista del evidente rebrote de la pandemia, potenciada por la variante sudafricana, omicrón, salió al paso de las medidas, evidentemente inoportunas de la Ministra de Educación. Más allá de que esta ministra  fue  firmante en los textos de adoctrinamiento socialista, y nos parezca una burla a los ecuatorianos que votamos por la incumplida promesa de descorreizar el país, debo referirme al hecho del retorno a clases presenciales en la región costa ¿Por qué la premura de la desatinada pero ya superada medida? Cuando estamos a poco más de dos meses para concluir el año lectivo, a estas alturas, no sólo era poner en un riesgo innecesario la salud de jóvenes y niños, sino especialmente a las personas mayores del núcleo familiar.

Es conocido que las vacunas no protegen totalmente, más aún ante la presencia en el mundo de esta nueva variante, ya estamos viendo su peligrosa presencia, en Rusia, Europa occidental, Brasil y USA. En nuestro país en la segunda semana de noviembre empezó a sentirse un leve incremento de contagiados en Quito y Guayaquil, atribuido al feriado al iniciar noviembre.

El regreso a la educación presencial según las nuevas medidas, será el 07 febrero de 2022 para Sierra y Amazonía, y para la Costa y Galápagos el 03 mayo. Habrá algún tiempo más para las adecuaciones en los numerosos establecimientos educativos, que tras la pandemia lucen desvencijadas, sin servicios básicos ni mobiliario. Hay mucho que hacer en cuanto a rehabilitar centros educativos y reabrir muchos que aún permanecen cerrados, a causa de las torpes medidas correístas y sus elefantes blancos.

No es tan fácil como decía la ministra, que en escuelas que no estén aptas reubicará a los chicos, y el que no este de acuerdo que busque otra escuela; hay zonas en que los planteles quedan muy dispersos, no como en los diagramas de escritorio donde se toman esas inconsultas decisiones. Esperemos que las cosas no empeoren luego del feriado de Navidad y Fin de Año, la presencialidad no debe significar contagios y enfermedad, la vida de un niño no merece ser arriesgada bajo ningún concepto.

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