La naturaleza las deja sin esperanzas

INCERTIDUMBRE. Andrea Guagua y Cindy Tenorio esperan la ayuda para volver a tener un lugar para vivir con sus hijos.

Desde que perdieron sus casas no han recibido visita ni ayuda de las autoridades; están conscientes de que no son las únicas afectadas por el invierno, pero esperan atención.

Hoy se cumplen ocho días desde que Andrea Guagua y su hermana Cindy Tenorio, perdieron sus casas a causa del deslizamiento de una loma. Ambas llevaban un año viviendo en la falda de la pendiente en el barrio Los Guayacanes, del sector Lucha de Pobres, al sur de la ciudad de Esmeraldas. Aunque casi todos los días veían que la tierra se desmoronaba, le restaron importancia, porque tampoco no tenían dónde vivir, hasta que la naturaleza las obligó a abandonar el sitio.

La noche de la  desgracia, amanecieron en el portal de la vivienda de una vecina, soportando el frío de la madrugada  y la picadura de los insectos.  Mientras los menores de edad, que suman 11, descansaban, sus madres pasaron la noche en vela tratando de  rescatar ropa y enseres de en medio de la mezcla de lodo,  y contemplando lo que un día fue el hogar de sus hijos.

Solidaridad

Un vecino del sector, al ver las necesidades de estas dos madres de familia que no tenían donde guarecerse con sus hijos, les prestó una casa en construcción, que no es de él, para que habiten momentáneamente hasta que sean reubicadas y reciban ayuda de las autoridades. Pero hasta ayer, domingo 14 de marzo, solo una persona generosa  le había entregado un kit de alimento a cada familia, y personal de  Gestión de Riesgo, que acudió a observar los daños y quedó a realizar un informe pero no han recibido ninguna respuesta, comentó, Andrea Guagua.

La joven madre debe responder por la alimentación, vestuario y todo lo que requieren sus seis hijos. El deslizamiento de tierra sepultó todo lo que tenía en la casa, solo alcanzó  a rescatar dos colchones. Por eso Andrea pide a las personas solidarias que le colaboren con ropa en buen estado para sus hijas de 17, 12, 8 y  2 años de edad; asimismo para los varones de 15 y 13 años. La niña de 2 años, utiliza pañales desechables talla grande. Además necesitan de víveres, utensilios de aseo, enseres y una casa para vivir.

Al pedido de Andrea se une Cindy. Ella también requiere de pañales desechables medianos para el niño de 8 meses y ropa  para los demás varones de 11, 7, 4, y 2 años de edad. Las hermanas tienen las mismas necesidades. Pueden preparar los alimentos en una cocina, prestada por una vecina.  “Solo los vecinos nos han ayudado, pido a las autoridades que no nos abandonen en estos momentos difíciles y nos reubiquen a un lugar seguro”, manifestó Andrea Guagua.

Las personas que deseen colaborar pueden llamar al 09 68 58 58 11