La cascada de la Princesa Täri en San Lorenzo

Ubicada a solo quince minutos en lancha desde San Lorenzo, esta cascada se encuentra en los límites de la Reserva Ecológica Cayapas-Mataje, ofreciendo un santuario de paz y naturaleza.

La Cascada de la Princesa Täri se erige como un monumento natural de impresionante belleza, atrayendo a turistas nacionales y extranjeros por igual. Es también conocida por su dualidad estacional: en invierno, su caudal se convierte en un espectáculo de agua rugiente y majestuosa, mientras que en verano, la cascada se seca, un fenómeno exacerbado por la deforestación en la región. Sin embargo, su belleza no se limita a su flujo de agua; el entorno es un tapiz de biodiversidad y paisajes naturales que invitan a la exploración y el descanso.

Clima perfecto

El clima de la zona, con temperaturas entre 21 y 31 grados centígrados, crea un ambiente húmedo tropical ideal para una rica flora y fauna. Aquí, los visitantes pueden admirar árboles de maderas finas, ceibos, y manglares, entre otros, mientras que la fauna incluye el majestuoso jaguar, perezosos, guacamayos, y una variedad de serpientes y aves que convierten cada visita en una experiencia de observación de vida silvestre. La leyenda local añade un toque de magia a este lugar. Según la tradición oral, una princesa indígena, acompañada de su séquito, se bañaba en estas aguas como parte de un ritual de purificación, dando origen al nombre de la cascada. Esta historia añade un elemento cultural y espiritual a la visita, conectando a los turistas con la historia y las tradiciones de los pueblos originarios.

Bosque del Chocó

Además de la cascada, los visitantes pueden explorar el Bosque del Chocó, un ecosistema único que se extiende entre las provincias de Carchi y Esmeraldas, caracterizado por su alto endemismo y la influencia de corrientes de aire costeras. Este bosque es una extensión del Chocó Colombiano, ofreciendo una biodiversidad excepcional.

La Cascada de la Princesa Täri no solo es un destino para los amantes de la naturaleza y la aventura sino también un lugar de rejuvenecimiento. Las piscinas naturales formadas por sus aguas son perfectas para un baño relajante, mientras que el entorno invita a la contemplación y la conexión con la naturaleza.

Este rincón de Esmeraldas es un recordatorio de la belleza y la fragilidad de nuestro medio ambiente, invitando a todos los visitantes a disfrutar de su esplendor mientras se comprometen con su conservación.(DLH)