Las descargas de sedimentos contaminantes son recurrentes desde el complejo hidroeléctrico Manduriacu.
Una Acción Jurisdiccional de Protección para la reparación de la vulneración de derechos que habría ocasionado la hidroeléctrica Manduriacu, será impulsada desde Esmeraldas.
La delegada provincial de la Defensoría del Pueblo, Rocío Ávila Cox, que anunció la medida, explicó que la acción de amparo tiene relación con la descarga de sedimento registrada en diciembre de 2021 desde ese complejo industrial y que contaminó al río Esmeraldas.
A esta iniciativa se ha sumado la Prefectura de Esmeraldas y, para el efecto, se ha solicitado informes sobre lo ocurrido al Ministerio del Ambiente y lo relacionado con estudios de impacto y licencia ambiental.
A criterio de la Defensoría del Pueblo de Esmeraldas la contaminación fue severa. En el trayecto del río Esmeraldas fue evidente la muerte de centenares de miles de peces, el agua con olor a huevo podrido y lo más grave, la gente sin poder hacer uso de ese recurso natural vital para la vida.
Afectación grave
La reclamación legal se efectuará en febrero próximo. “Al momento cuentan con varios informes que confirman afectación grave por las descargas desde la Manduriacu sobre la riqueza ictiológica, la flora y otros ecosistemas de Esmeraldas”, afirmó Ávila.
“Las descargas de sedimentos contaminantes son recurrentes desde el mencionado complejo hidroeléctrico’, aseguró por su parte el perito ambiental, Patricio Mendoza.
Añadió que se trata de aguas residuales y domésticas no tratadas del cantón Quito, así como de la actividad extractivista del oro para lo cual utilizan el cianuro. Además, de aguas contaminadas con pesticidas y funguicidas para el control de plagas en la actividad agrícola de la Sierra ecuatoriana.
El investigador de asuntos ambientales, Luis Valverde Cuero, precisó que la central Manduriacu se halla asentada en la provincia de Pichincha, entre los cantones Pedro Vicente Maldonado y Los Bancos.
Comentó que descarga sus aguas semestralmente sobre el río Machángara, de este al Guayllabamba y luego al Esmeraldas provocando afectación sobre las poblaciones ribereñas desde la parroquia Malimpia en el cantón Quinindé. (AGM)
Nocivo para la vida
Luis Valverde Cuero considera que Esmeraldas debe reclamar a la Manduriacu por el desmejoramiento de la calidad del agua, lo cual incide en la vida de los seres humanos, de peces, crustáceos, moluscos y la flora.
Para finales de enero de 2022 autoridades de los gobiernos parroquiales de Malimpia, Viche, Chura, Chinca, San Mateo y Tachina tendrán una reunión para plantear una demanda contra el Estado ecuatoriano. “Vamos a exigir reparación, corrección e indemnización por los daños sufridos a consecuencia de las descargas de la hidroeléctrica”, advirtió José Luis Caicedo, presidente del Gobierno Parroquial de Chinca.