Homenaje póstumo para Álex Quiñónez

MARÍA LUISA GÓMEZ DE LA TORRE GÓMEZ
MARÍA LUISA GÓMEZ DE LA TORRE GÓMEZ

MARÍA LUISA GÓMEZ DE LA TORRE GÓMEZ

 Homenaje póstumo

Amables lectores, la vida nos depara circunstancias no esperadas que permiten ser analizadas minuciosa y silenciosamente para concebir los aciagos destinos que el semejante propugna a su manera. A lo largo de la vida el principio de la honra no varía pero la forma en que se debe aplicar cambia a través del tiempo. Tuve el gran privilegio de conocer y tratar al Campeón de la Velocidad esmeraldeña que le cupo el alto honor de representar a nuestro país en varios cotejos que lo encumbraron en sendos campeonatos llegándoselo a catalogar como el Ciclón por la velocidad y agilidad de sus extremidades y cuerpo debidamente cronometrados. Hoy lloramos la pérdida de este joven personaje que dio lustre al tricolor nacional y orgullo al blanco y verde que nos cobija.

Nuestro héroe ÁLEX QUIÑÓNEZ, metódico como él era, organizó un plan para ser grande en su vida y su comportamiento, se constituyó en una lista espectacular de virtudes, conoció la buena conducta y obediencia para adentrarse en el conocimiento intelectual de su deporte, el que conoció a plenitud así como el respetuoso amor a su señora madre, sus hijos, su esposa y la tía incomparable junto a la familia toda. Conocí su valor, destreza, amor por el prójimo, respeto, sencillez y cariño por los seres que trataba y a cuantos miraba y conocía.

Su diafanidad lo hizo grande y se coronó Campeón cual gacela en los escenarios deportivos, no olvidemos que los grandes surgen de las limitaciones y amor propio bañados por la inteligencia y sencillez.

Cumplidamente el Club Social Cultural Esmeraldas al que presido, en sesión solemne del 15 de junio de 2019, reconoció en solemne acto con la placa consagratoria como Distinguido caballero, ilustre deportista esmeraldeño al señor Álex Quiñónez, exteriorizándole que cultivando el optimismo y la fe en Dios sentiría brotar dentro de sí una fuerza magnánima y su ejemplo tenía que ser emulado por la niñez y juventud ávida de sueños e ideales.

Estamos de luto por el lamentable suceso que enluta a respetables hogares y anhelamos el reconocimiento de la trayectoria deportiva entregada al Ecuador, con la pensión vitalicia para su señora madre, esposa y vástagos; este hecho lamentable y criminalístico debe ser condenado conforme la Ley manda.

La mala hora llegó dirigida por el maligno, el dolor pervive en quienes lo conocimos, tratamos y admiramos por su sencillez, tenacidad, amor al semejante, respetuoso y con deseos de coronar sus objetivos para prestar su mano amiga, noble, generosa y ayudar al que lo necesitaba. Paz en su tumba.