El sueco Folke Anderson, por la década de los 60 instaló en la provincia de Esmeraldas una Compañía exitosa llamada ASTRAL, que se dedicó al cultivo y exportación de banano, esta actividad agrícola daba ocupación al campesino y al hombre citadino, así como se ocupaba vehículos terrestres y acuáticos, de modo que la mayoría de familias tenían ingresos para el presupuesto familiar , había cierta solvencias para todos; en Esmeraldas no se conocían los ladrones ni callejeros ni de corbata.
Este emprendedor persistente, su slogan diario y mágico era trabajo, trabajo y más trabajo, lo que impactaba positivamente en sus colaboradores y beneficiaba a su empresa. Lamentablemente los intereses de competencia Internacional terminaron con su vida en un hotel de la Ciudad de Guayaquil, este hecho, trajo la desgracia social y económica de Esmeraldas, que hasta la fecha no puede recuperarse, más bien, continúan galopante los vicios, robos y crímenes; sin embargo, somos optimistas insistiremos hasta conseguir el cambio conductual ciudadano.