Sátrapa

CARLOS CÉSAR CONCHA JIJÓN
CARLOS CÉSAR CONCHA JIJÓN

No puede haber otro nombre, que no sea el de sátrapa a quien hoy “gobierna” Nicaragua, como un déspota con el poder de la fuerza bruta e irrespetando los derechos y libertades ciudadanas que deben primar en democracia. Nicaragua vive sometida por un tirano blandiendo el estandarte de la hipocresía al ofrecer democracia como falsedad, pues subyuga al pueblo con acciones de un tirano, actuando de manera corrupta, abusando del poder y limitando el derecho de las normas legales que debe gozar el pueblo.

Ortega en Nicaragua utiliza a las fuerzas Armadas y la Policía para sembrar el terror; el gobierno en Nicaragua aparece un cuervo maléfico con plenos poderes desarrollando el prototipo de un dictadorzuelo recargado de insolencia y el estampado en su cara, con una sonrisa socarrona de burla.

En Nicaragua está generalizándose un malestar incontenible, con la fuerza patriótica de una conciencia nacional, encendiendo una vez más la luz de rebeldía y esperanza, como se dio en la epopeya Sandinista.

Parece que estuviese llegando el momento en que el pueblo aunando esfuerzos haga flamear la bandera de la libertad. También me parece oportuno que las naciones libres del mundo exterioricen su pensamiento condenando al sátrapa ha abandonar Nicaragua y canalizar una acción democrática para efectivizar elecciones libres y se constitucionalice un régimen democrático, con plenos derechos y libertades.

No más engaño con la farsa de nuevas ideologías que ofrecen cambios y terminan en la senda del avasallamiento que vulnera la dignidad de los pueblos, que son sometidos inmisericordemente y terminan en ser simplemente escalones para servir de burro pie de las directrices de los poderes facticos, nocivos para las sociedades democráticas que aspiran al progreso y vivir en libertad.