Sacapintas fueron detenidos

DETENCIÓN. Cuatro delincuentes al estilo sacapintas fueron detenidos en Esmeraldas tras el robo a un ciudadano de dinero en efectivo y una cadena de oro
DETENCIÓN. Cuatro delincuentes al estilo sacapintas fueron detenidos en Esmeraldas tras el robo a un ciudadano de dinero en efectivo y una cadena de oro

La Policía Nacional de la Subzona Esmeraldas, informó en rueda de prensa la mañana de ayer, la captura de cuatro sacapintas que robaron el último miércoles a un ciudadano luego de retirar 7 mil dólares de una entidad bancaria en el centro de la capital provincial.

Los delincuentes se movilizaban en motocicletas y un vehículo, y además del dinero en efectivo se le sustrajeron una cadena de oro valorada en 4 mil 500 dólares.

Una vez que el perjudicado dio aviso a la policía, se desplegó el operativo Impacto 605, a través de la Subdirección de Investigación de Delitos Contra la Propiedad Brigada Anticriminal (Siprobac) se analizaron las cámaras de seguridad de la zona y desplegó un contingente para su captura.

El teniente coronel, Danilo Barriga Moreno, precisó que los cuatro ciudadanos ecuatorianos fueron localizados a bordo de un vehículo color blanco tipo Jeep por la vía a Atacames, por lo que luego de una persecución fueron interceptados y neutralizados.

Antecedentes

En su poder se halló un arma de fuego tipo revólver calibre 38, cuatro balas calibre 38 sin percutir, un celular reportado como robado, cuatro teléfonos sin justificación legal y nueve documentos de identidad diferentes.

Tres de los cuatro apresados registran antecedentes personales, estos serían Carlos Alfredo R., de 27 años, quien tienen una boleta de captura por asesinato y otra por tenencia y porte ilegal de arma de fuego.

Le sigue Félix Joel T., de 19 años, quien registra tres antecedentes, por tenencia y porte ilegal de arma de fuego, robo e intimidación. Arley Francisco T., de 18 años, registra un antecedente por robo. Y Jean Carlos A., de 24 años, no registra antecedentes.

De acuerdo con las investigaciones cada uno de ellos cumplía un rol diferente, por lo que una vez identificaban a sus posibles víctimas en las entidades bancarias, los amenazaban con armas de fuego y se les sustraían de manera violenta grandes sumas de dinero.