Lorenzo Caravelo dejó un legado en los católicos esmeraldeños

DESPEDIDA. El sacerdote Lorenzo Caravelo, de 86 años de edad, falleció a los 86 años de edad, y fue sepultado en el Cementerio General.
DESPEDIDA. El sacerdote Lorenzo Caravelo, de 86 años de edad, falleció a los 86 años de edad, y fue sepultado en el Cementerio General.

El sacerdote Lorenzo Caravelo, de 86 años de edad, y quien contaba con más de 40 años de vida sacerdotal, falleció este 13 de julio del 2021, pero dejó un gran legado a la parroquia La Merced, donde estuvo presente cerca de 10 año como Vicario. Para el párroco Serafín Kakwata, su partida no es una pérdida para los católicos porque la muerte es una separación física, más no espiritual.

Agrega, que hace 40 años el padre Lorenzo llegó a Ecuador como misionero comboniano, después de trabajar en Perú como Padre Maestro, laboró los primeros años en el cantón Quinindé, y fue párroco de la iglesia de El Carmen, en Manabí.

Su labor social en Esmeraldas la enfocó a los sectores vulnerables. Visitó a los enfermos, dio de comer a los hambrientos, atendió a las personas de escasos recursos económicos. Con una expresión de felicidad, el párroco Serafín contó que un día le dio una ofrenda destinada para la adquisición de alimentos que son otorgados a 30 familias del barrio Iris, el sector de la Ribera, y de Don Bosco.

El sacerdote Lorenzo luchó contra la brujería y realizó exorcismo, esto a pesar de las personas violentas que se encontraban en esta situación; también dio posada a los peregrinos, atendiendo a los ciudadanos venezolanos que se presentaban en esta parroquia.

Como un maestro espiritual lo recuerda el párroco de la parroquia Merced, pues manifestó que oraba por las personas privadas de libertad, y sus enseñanzas se vieron marcadas por la humildad, la sencillez, y la tolerancia, e indicó que el sacerdote Lorenzo era consciente de que la predicación no cambia a las personas de la noche a la mañana porque la gente carga sus heridas del pasado. (EAR)

El sacerdote Lorenzo tenía problemas cardiacos y pulmonares, se contagió de Covid-19 y su decisión fue quedarse en Esmeraldas hasta el final, aunque tenía la opción de viajar a Italia para recuperarse, y su petición de ser sepultado en el Cementerio Municipal, se cumplió.