Las fantasías de una tierra verde

FABRICIO GUERRERO
FABRICIO GUERRERO

Esmeraldas desde que tengo uso de memoria ha tenido problemas con la delincuencia, los servicios básicos y el nivel de pobreza, lamentablemente es una penosa realidad y sin duda, un reto afrontar de las autoridades. Sin embargo, lo que lleva del 2021 se han registrado 67 muertes violentas, una cifra que deja consternados a los Esmeraldeños. Tanto las noticias de robos, desaparecidos y asesinados se han hecho el pan de cada día para varios lectores con la esperanza que algún día esto cambie.

Hoy prima la inseguridad y la falta de servicios básicos, y repito, no es una historia nueva para cualquiera de la “tierrita verde”. Hace pocos días la policía informaba de la escena de terror que tuvo lugar en la Provincia, más específicamente, en Tacole. El informe describía a dos jóvenes calcinados y con signos de tortura debido a fracturas en diferentes zonas de sus cuerpos. El caso inmediatamente fue relacionado con peleas entre pandillas dejándonos en claro el alcance que tiene el problema del narcotráfico en la provincia y en sus jóvenes.

Sentirse seguro se ha vuelto un privilegio. El 18 de julio una niña de 12 años fallece a causa de una bala perdida (producto de una pelea). El domingo 11 un joven de 28 años fue asesinado a las afueras de un centro de diversión. Los casos no paran hasta llegar a un total de 67 muertes violentas (como mencioné antes), sin sospechosos, juicios o presos. Es más que claro que la ciudadanía no se puede sentir segura ante el aumento alarmante de casos y el constante temor a salir de su casa.

No se puede pretender que la ciudadanía mastique temor y cautela en su propio hogar. Ojalá, y algún día, podamos ponerle fin a este cuento de terror. No obstante, en una provincia donde los servicios básicos escasean y la pobreza aumenta, la seguridad se vuelve una fantasía de una tierra verde.