El concepto de ciudad inteligente está basado en la utilización de tecnología para brindar servicios y resolver problemas de la ciudad.
El objetivo es promover la sostenibilidad y dar voz a sus ciudadanos.
El término no es nuevo ya que viene de la época de los romanos con acueductos y los sistemas de drenaje de agua son unos pocos ejemplos.
Otros principios de una ciudad inteligente es mejorar la eficiencia de las políticas, reducción de desperdicios, mejorar la calidad de vida social, económico y finalmente maximizar la inclusión social.
La palabra inteligente en este contexto no se refiere a una característica de la ciudad si no a una herramienta; más allá de las tecnologías como videovigilancia que son pilar de la “inteligencia en nuestra era digital” una ciudad inteligente tiene como elemento clave la participación ciudadana.
En ámbitos tecnológicos las herramientas son en esencia para recopilar datos en tiempo real sobre vaiors tipos de actividades, tráfico, calidad del aire, del agua, radiación solar.
Verderas ciudades inteligentes
Un ejemplo viable de ciudad inteligente se la atribuye a Barcelona, creó una nueva red inteligente de autobuses utilizando datos sobre cómo los pasajeros realmente usaban el transporte público. Esta nueva red es más eficiente y da acceso al 95% de los habitantes de la ciudad a un servicio de autobuses de alto rendimiento.
La ciudad también utiliza sensores GPS para mejorar los servicios médicos urgentes . Los semáforos detectan ambulancias y modifican su salida para que los servicios de emergencia puedan moverse por la ciudad lo más rápido posible sin crear situaciones de peligro.
La gran pregunta, ¿Esmeraldas es una ciudad inteligente?