El desarrollo de un conglomerado es uno de los mayores desafíos de la vida. El tiempo transcurre y a pesar de tener las mejores intenciones las dificultades existen porque como humanos surge la imperfección y con los defectos es muy difícil mantener relaciones saludables, la obstinación vuelve retrógada a la persona y no le asiste la comprensión por carencia de reflexión y entonces, el raciocinio, amor al terruño y al prójimo a dónde queda? En nuestro país existieron centros de salud por años que debieron subsistir pero los destruyeron las mentalidades malsanas y egoístas. Si tomamos como ejemplo nuestra ciudad capital provincial, existió la Casa Cuna, LEA, la Correccional, exitosamente Malaria,…
Hay seres que no conocen la historia y desarrollo social por la evolución del tiempo y el amor de sus pródigos hijos que han ostentado la dirección y el trabajo asiduo de sus conciudadanos. Y es que, se cerró este hospital por cuenta propia de desconocer el bien allí practicado y resaltado por años.
Un grupo de destacados hombres y autenticidad de caballeros y profesionales probos en el campo de la medicina están luchando por la reapertura de su patrimonio en la salud, así se hace, así se lucha con la palabra altiva y de intelectualidad y no con piedras y palos, gritos o alaridos de tumultuosos que a la hora de la hora no consiguen nada por la falta de educación cultura y probidad.
Estoy segura que el señor Presidente de la República, como hombre de bien, de ética y pensamiento altivo y soberano se logrará rescatar el famoso y trascendental hospital, al que aportarán con sus encomiables conocimientos científicos y galenos para erradicar malsanos males y actuar con sanos propósitos.
Nuestra capital pequeña soñó con SOLCA, con la maternidad pero todo quedó en silencio , los grandes ideales de entusiastas y valiosos pasó a dormir en el sueño sin respuesta. Estamos en lista de espera por la devolución de nuestro hospital civil legendario.