Aprendamos a ser críticos, haciendo una reflexión interior y respondámonos con sinceridad. No hay que buscar respuestas fáciles ni automáticas si no respuestas basadas en la realidad de nuestra experiencia. Por desgracia, nos educaron en el marco de una sociedad materialista e individualista que causan la infelicidad y nos impide ser nosotros mismos.
Pasamos un BICENTENARIO «sin pena ni gloria y los políticos se escudan en la pandemia para justificar la falta de obras, olvidando que han pasado muchas décadas de oprobio y miserableza humana, porque han aplicado el chantaje emocional utilizando los argumentos más bajos para manipularnos.
Es hora de dejar atrás la inercia propia de espíritus pusilánimes, hay que luchar desde todos los frentes para que el trabajo fecundo sea el centro de gravedad que nos convoque a todos. Luchemos con la frente alta sin doblar la cerviz, no existe el fracaso; pero como no somos perfectos y podemos equivocarnos no le concedamos al fracaso importancia porque eso produce frustración e insatisfacción, no olvidemos que hay fracasos que son un motor hacia el éxito.
Erich Fromm en su obra »Del tener al ser» nos da lineamientos de cómo es posible transformar al mundo haciéndolo más justo y habitable. De allí que, cambiemos nuestros esquemas mentales para ver a Esmeraldas en el sitial que se merece por su prodigiosa naturaleza, dejando en el olvido; la codicia, el odio y los engaños que nos anularon nuestro potencial creativo y nuestra vitalidad en el sentido más puro.
Te quiero Esmeraldas porque soy producto de tu arcilla.
Hemos olvidado que en pleno siglo XXI hablamos de globalización pero para nosotros es una globalización mediocre por la pérdida de valores humanos ya que «el tanto tienes, tanto vales» sigue prevaleciendo en la sociedad, siendo el parámetro que se utiliza para ubicarnos en un rango por la superficialidad de nuestros conocimientos que no permite que seamos creativos si no que nos enterremos en una sociedad consumista.
En el país no falta dinero, si lo hay, si se lo utilizara administrándolo bien; hay que controlar las Aduanas, cobrar a los evasores de impuestos, evitar el narcotráfico y clavarle una puñalada a la corrupta justicia a cuyos ejecutores hay que barrerlos como a la peste. Recuerdo las palabras de Agatha Christie que decía que el objeto de la vida será siempre marchar hacia adelante en un sentido único.
A los políticos de turno que se creen irremplazables les recomiendo que se pelen como una cebolla para que se quiten las capas de piel y se revistan de nuevo, reeducándose con las cosas que fueron útiles e incorporándose a lo que se ajuste a la descendencia. Ojalá estas palabras tengan eco en la juventud ecuatoriana ya que la Patria espera mucho de Uds. porque son los llamados a levantar la bandera de lucha contra la corrupción que se agiganta todos los días.